Uno de los dos miembros de la pareja de Barakaldo mató al otro y luego se suicidó

La Policía investiga si posibles diferencias económicas entre el matrimonio pudieron desatar la tragedia Vivían en un piso fuera de ordenación

El Correo, 30-05-2006

La Ertzaintza baraja como principal hipótesis de la muerte de una pareja – P.M., de 40 años y la mujer I.B, de 39 – en el barrio Basatxu de Barakaldo el pasado domingo, el homicidio y posterior suicidio entre ambos. Uno de los dos miembros del matrimonio, probablemente el hombre, mató al otro con una escopeta y después se quitó la vida, según indicaron ayer fuentes de la investigación, que no descartan otras posibilidades debido a que el estado de los cuerpos impide un examen claro. Los dos presentaban impactos de bala en la cabeza.

La Policía autónoma trata ahora de comprobar si entre las dos víctimas, que vivían en un piso fuera de ordenación en el barrio de Burtzeña, existían desavenencias económicas y si éstas pudieron desencadenar la tragedia. Según algunos vecinos, la suegra de I.B. la acusaba de haberle estafado más de 180.000 euros a través de un poder sobre una propiedad inmobiliaria.

Sobre el caso aún existen, sin embargo, algunas sombras. Según el primer informe forense, la muerte debió de producirse unas doce horas antes del hallazgo de los cadáveres, lo que supone que la ‘Renault’ blanca estuvo estacionada en el pinar donde apareció, un lugar de paso para excursionistas en días de buen tiempo, durante todo el domingo. La pareja, de etnia gitana, casada desde hace más de dos décadas, tenía un hijo de 21 años, aunque había criado también a dos sobrinas, apuntaron ayer fuentes familiares. Los dos permanecían en paradero desconocido desde el pasado viernes, e incluso la familia había presentado una denuncia por su misteriosa desaparición. Fue el hijo quien encontró los cuerpos de sus padres junto a la escopeta, posible arma homicida, en el interior del vehículo, en el monte Basatxu alrededor de las diez y media de la noche del domingo, y avisó a la Ertzaintza.

Protectora

Familiares de las víctimas se concentraron de manera espontánea ayer por la mañana frente al número 43 de la calle Burtzeña, a donde la pareja había trasladado su residencia desde el barrio bilbaíno de La Peña hace unos cuatro años. En el piso figuran empradronadas una docena de personas, apuntaron ayer fuentes municipales. «Estamos muy dolidos», comentaron los más allegados, quienes aseguraron no haber presenciado malos tratos o agresiones entre ellos.

Se trata de una zona deprimida, próxima al Cadagua, con planes futuros de remodelación. De hecho, el edificio va a ser derribado próximamente y sus vecinos, realojados. Según explicó ayer Izaskun León, concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barakaldo, la familia cobraba la renta básica. «La mujer era muy protectora y prefería no contarle algunas cosas a su marido para que no se pusiera nervioso», señaló. Otros medios la calificaban como una persona «equilibrada». Incluso, había intentado negociar con el Consistorio una indemnización más elevada por el inmueble, según detalló la edil.

Al parecer, y ante el próximo traslado, el matrimonio había decidido adquirir otra vivienda en la zona de Basatxu, donde aparecieron muertos, indicaron fuentes solventes.

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