Teguise
El humilde proyecto de la historiadora Chani de la Hoz, presentado en 1991 al Ayuntamiento de Teguise, es hoy una realidad, con 15 años de experiencia a sus espaldas. El Castillo Museo del Emigrante Canario, sede del CICOP, es autosuficiente económicamente y encara el futuro con el proyecto de centrarse en investigación.

En uno de los carteles que se exhiben en el Museo del Emigrante canario de Teguise, el escritor Fernando Gómez Aguilera escribe: «los días una sólida fortaleza de miseria sin esperanza para pasar la vida. Apenas el acoso voraz del hambre y la sed y de la soledad llenándonos las manos entre el consentimiento de los años. Y así seguirá multiplicándose esta ausencia desesperada sin rastro de luz para los hijos. ¡Qué sola esta deseante nada nuestra!». El texto perfila el complejo sentimiento del emigrante y da sentido, de alguna manera al propio Museo, que aúna su labor documentalista con cierta tendencia a la concienciación sobre el fenómeno que de forma tan cruda viven las islas.

«Desde que recuerdo me he conmovido con la emigración y he podido identificarme con ese sentimiento de partida, por eso no concibo los comentarios despectivos hacia las personas que ahora llegan a nosotros». Chani de la Hoz, directora y promotora del museo, habla con orgullo del programa «Migración y mestizaje», donde varios estudiantes tuvieron oportunidad de sentir por unos segundos la angustia de viajar a la deriva en una patera en medio del Atlántico. «Instalamos en la explanada una barquilla real y metimos a toda la clase dentro. Después, las monitoras zarandeaban la patera para que el impacto fuera fuerte», explica esta licenciada en Historia y especialista en temas museísticos que asegura que «el museo se parece a mí». En realidad es un comentario ajeno que ella hace propio «porque la verdad es que este museo es muy de leer, de palpar, tiene poca tecnología».

El futuro. El centro prepara un concurso anual de escultura sobre el tema de la emigración «con la presentación de pequeñas réplicas de la obra ideada que durante un año serán expuestas en el interior del museo para que el público vote. La ganadora se realizará en las dimensiones reales y se irá ubicando en la explanada exterior».

Otra de las novedades será la edición de un segundo catálogo actualizado de los fondos patrimoniales del museo. «Pero también tenenos algunas asignaturas pendientes, como más trabajo de investigación. En mi caso tengo especial interés por estudiar la emigración a África, sobre todo a Marruecos de los canarios, por motivos pesqueros». Analizar detenidamente los deterioros y pérdidas de documentos y fondos tras el incendio del Obispado de La Laguna es otro de los planes a corto plazo del Museo del Emigrante Canario.

Pero la actividad en un centro como el Castillo, donde se guardan recuerdos familiares y objetos de la historia doméstica, tiene sin duda, una vertiente sentimental muy distinta a la faceta meramente científica. «Creo que lo más emocionante que me pasado en este trabajo fue la tremenda casualidad que presencié, cuando una turista de Gran Canaria reconoció el nombre de su abuelo en una letra de cambio». La mujer, ajena por completo a los contenidos del museo, se encontró frente a frente con uno de estos cheques que los emigrantes enviaban desde América, a favor de su esposa, abuela de la visitante.
Historia, imagen y memoria

Canarias – América. La exposición permanente del museo, en el hall de entrada, versa sobre el trasvase histórico de emigración canaria a América.

S. Antonio de Texas. El primer asentamiento en Texas tuvo de protagonista al canario Juan Leal, fundador de la ciudad, forzado por la Corona a través del «tributo de sangre».

Fundaciones. El museo también dedica espacio a las fundaciones por canarios de otras ciudades como Montevideo (Uruguay)

Viajes. En la interesante sala IV se recuerdan los transportes de la emigración, primero barcos a vapor y después a vela.

Nueva sala. La sala V se destinará en breve a albergar la historia del propio edificio donde se asienta el museo. Los ataques piratas sufridos o las restauraciones se explicarán a través de paneles.

La maleta. La sala VI se dedica al equipaje con que viajaban los emigrantes canarios.

Personalidades. El museo rinde homenaje a personajes históricos que destacaron en América, como es el caso del doctor Spínola, considerado héroe nacional en Uruguay.

Sede del CICOP. La sala de conferencias del Castillo de Santa Bárbara es la sede isleña del centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP).
(Foto: canarias7)AMPLIAR

(Foto: canarias7)AMPLIAR

(Foto: canarias7)AMPLIAR

(Foto: canarias7)AMPLIAR

HISTORIA DOMÉSTICA
La maleta de los Perdomo

Esta maleta de viaje en madera datada en la primera mitad del siglo XX es una donación de la familia Perdomo. La pieza da contenido a la sala VI del Museo, que recibe donaciones de las familias lanzaroteñas cada vez más frecuentemente.

JOYAS DE PAPEL
Valiosas cédulas de embarque

Las «joyas» del centro son los documentos como cédulas de embarque, donde aparecen los escasos datos personales conservados, debido a la inmigración ilegal. Arriba, pasaporte expedido en Cuba en 1925 para Emilio Pérez, de Guatiza.

SALA SOBRE EL CASTILLO
La historia del edificio

El edificio del Castillo despierta tanta curiosidad entre los visitantes (en realidad es el primer reclamo de la visita) que su directora, piensa acondicionar una sala con la historia de los ataques piratas o restauraciones del edificio.

EMIGRACIÓN A AMÉRICA
Recopilación y conservación

La mayor parte de los documentos existentes en la isla relacionados con la emigración a América han sido recopilados y conservados. Se trata de documentos de archivos, cartas familiares, pasaportes, cédulas de embarque, fotografías o mapas.