Desde el pasado mes de enero, la cifra de menores extranjeros no acompañados que reside en la ciudad se ha duplicado. Según el director del área de Menores, Miguel Fábrega, actualmente hay más de un centenar de jóvenes en los centros de acogida, la mayoría de ellos de origen marroquí.

Cuando son descubiertos por la Policía, suelen ser trasladados a La Esperanza, ya que son mayores de 12 años, y los más pequeños son enviados al centro Mediterráneo.

Actualmente ambos centros disponen de suficientes plazas para acoger a más menores, pero en los meses de verano se espera que la presencia de jóvenes extranjeros se dispare. La Ciudad está preparada para recibirlos en caso de que se produzca.

Fábrega asegura que, a pesar del repunte, la situación es estable. La cifra es bastante baja en comparación con otras ciudades de la península y teniendo en cuenta que se trata de una ciudad que compare la frontera con Marruecos.

Entre el centenar de menores extranjeros no acompañados que reside en Ceuta o que está de paso, hay una decena que vive en la calle. En los últimos meses la cifra no ha variado ya que estos niños vienen a Ceuta desde Marruecos con la idea de estar en la calle. Aunque en ocasiones pasan por los centros de acogida para pasar la noche o comer, se escapan continuamente, por lo que las autoridades reconocen que se trata de un problema «de difícil solución».

La repatriación es, a juicio de Fábrega, una buena solución al problema de la llegada indiscriminada de menores. Cree que la mayoría tiene una familia en su país de origen, por lo que pide al Gobierno que cumpla su promesa de construir centros en Marruecos para estos menores y que restablezca la circular que permitía su repatriación.

Nuevas plazas

Los jóvenes de La Esperanza o Mediterráneo están acogidos y gozan de determinados privilegios. La realidad es bien distinta en el centro de Punta Blanca, donde los menores están privados de libertad por haber cometido algún delito. Las obras de reforma y ampliación marchan a buen ritmo y los trabajos terminarán dentro de los plazos previstos.

El proyecto cuesta 700.000 euros. A partir del verano, Punta Blanca tendrá 14 plazas más que ahora y la posibilidad de duplicar el número. De esta forma, si se realiza esa segunda ampliación, el centro de reforma tendría capacidad para acoger hasta 50 menores.