Sal a la calle antes de que entren en tu casa. Unas 200 personas se concentraron ayer en la plaza de la Iglesia de Riudoms (Baix Camp), bajo este lema, para denunciar el clima de inseguridad ciudadana provocado por la oleada de robos en la comarca. También recogieron firmas exigiendo más Guardia Civil, coordinación entre las fuerzas policiales y cambios legislativos para endurecer el Código Penal y la actual normativa de extranjería.
En menos de tres horas consiguieron 600 adhesiones. A lo largo de esta semana se pedirán más y se entregarán al ayuntamiento. “No queremos convertir nuestras viviendas en una cárcel y encerrarnos dentro”, clamó Sergi Saladie, uno de los vecinos que constituyó la comisión organizadora de la protesta.
Alfonsa García, de 44 años, desveló que ya le habían asaltado cuatro veces la masía. “Hay que fijar castigos más fuertes y evitar que los ladrones salgan rápidamente en libertad”, dijo. A otro vecino le robaron en siete ocasiones y “ninguna compañía le quiere contratar un seguro”, añadió Saladie. Josep Maria Font, de 73 años, se quejó de lo que le pasó cuando encontró forzada la puerta de su casa de campo: “Llamé a la Guardia Civil y aún les espero”.
A su lado está el monumento a la recogida de avellanas, símbolo de la agricultura de la zona, un fruto que cada año, en época de cosecha, es también botín de los malhechores que lo roban para venderlo en el mercado negro, según repetidas denuncias del sindicato Unió de Pagesos. Josep, uno de los seis policías locales, admitió: “Somos pocos para vigilar los 35 kilómetros cuadrados del municipio”.
Los vecinos de Riudoms, si no hay una mejora, convocarán a los de otras localidades. Se confía en que los refuerzos de guardias civiles logren ahuyentar a las bandas de delincuentes. Sin embargo, ayer el cuartel de Riudecols, situado a 10 kilómetros y que ha de controlar 14 municipios, tenía los cinco agentes de siempre. El próximo jueves llegarán los nuevos.