El Aita Mari lleva 19 días esperando en Pasaia el permiso para partir al Mediterráneo. Hoy ha concretado su misión: repartir ayuda humanitaria, lo mismo que hizo en la pasada primavera en islas griegas. Cuenta ya con 30 toneladas de medicinas, ropa…

El Gobierno de Pedro Sánchez suma ya 19 días sin dar respuesta alguna a la petición del Aita Mari, el antiguo atunero vasco reconvertido en buque de asistencia humanitaria a inmigrantes , para volver a zarpar al Mediterráneo. El barco está en Pasaia desde junio.

Según concreta en el mensaje difundido hoy, su misión será la misma que en la primavera: repartir material humanitario. «El voluntariado de SMH (la ONG que gestiona el buque) se ha movilizado en las últimas semanas para conseguir ropa de invierno y material de higiene», explica.

«Mientras los Gobiernos de la UE dan la espalda, decenas de mujeres y hombres aportan su tiempo por la solidaridad. Gracias también a la colaboración de otras organizaciones vascas, hemos recolectado 30 toneladas de material humanitario. Ahora solo queda que Pedro Sánchez quiera darnos permiso para zarpar», dice Salvamento Maritimo Humanitario.

«Las autoridades griegas están desbordadas»

Recuerda que «en septiembre hemos visto cómo 1.286 personas, en 40 embarcaciones, se hacían a la mar y cruzaban el canal entre Turquía y Grecia, para llegar a Quíos, donde SMH mantiene desde 2015 un equipo médico. Entre ellas, había 342 mujeres y 364 menores. A día de hoy, más de 4.000 personas residen en el campo de refugiados de la isla (Vial), preparado para acoger solamente a 1.080.Lo preocupante de este dato es que, en relación con el año pasado, los números se han cuadriplicado. Entonces, fueron 11 pateras con 382 personas. En Lesbos, como informan los activistas sobre el terreno, la situación es igual de crítica». «Estamos ante las puertas del invierno y las autoridades griegas están desbordadas –sigue explicando SHM–. Así, ante el drama ocurrido este fin de semana en Moria (Lesbos) han anunciado que van a acelerar las deportaciones a Turquía y a reubicar en otros campos a la gente que está en las islas».

La ONG trae a colación que el Aita Mari ya realizó una singladura similar en abril, para repartir material sanitario y ropa en Quíos y Lesbos. Y recuerda que «la navegación por aguas territoriales españolas no estuvo exenta de conflictos con la Dirección General de la Marina Mercante. Entonces, nos requirió entrar de nuevo en puerto nacional para pedir un despacho nuevo, negando la autoridad a Portugal, el último puerto donde habíamos amarrado». Ahora, de momento ni siquiera cuenta con permiso para zarpar.