Forzados a irse

La Vanguardia, 29-05-2006

Enviado especial.) – En los barrios de miseria que se extienden por cerros cercanos a la capital de Colombia, Bogotá, no hay interés por las elecciones presidenciales. Muchos vecinos son víctimas de la catástrofe humanitaria que provoca la guerra. Y es que Colombia tiene un triste récord, al figurar, detrás de Sudán, como el país con mayor número de desplazados por la violencia.
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Datos facilitados por la Iglesia católica y las organizaciones no gubernamentales estiman que al menos tres millones de colombianos tuvieron que abandonar sus tierras, casas y negocios, amenazados por guerrilleros o paramilitares. Se quedaron sin nada, en la indigencia. La mayoría deambula ahora por las ciudades sin que los candidatos les hayan prestado mayor atención. “Somos los nuevos parias de Colombia. Nadie nos tiene en cuenta. Subsistimos de mala manera, con el rebusque. ¿Qué interés podemos tener en votar?”, comenta Luisa Villegas, vendedora ambulante de Soacha que hace dos años tuvo que abandonar su finquita de Córdoba a consecuencia de las amenazas de los paramilitares.
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Muy pocos desplazados votaron. Unos, porque no están registrados en el censo; otros, por no tener la mínima confianza en que la elección pudiera mejorar en algo su situación. La precaria atención que brinda el Estado a estas personas – en su mayoría mujeres y niños – , la corrupción que ronda los recursos que se destinan a atender la tragedia, así como la continuación del conflicto armado interno, hacen temer que si la atención a los desplazados no pasa a ser prioridad del Estado pueden aparecer nuevos insurgentes para otras guerras.
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Según un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Colombia tiene la tercera parte de los 9,2 millones de desplazados registrados en el mundo. Con tres millones de personas que tuvieron que abandonar su hogar para huir de la violencia, Colombia es el país occidental con mayor número de desplazados por un conflicto armado iniciado hace 40 años. Sólo en el 2004, 288.000 personas se habrían visto forzados a abandonar sus hogares, un 39% más que en el 2003.
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Desde el año 2000, más de 100.000 colombianos buscaron asilo en el exterior. En el 2005, el Comité Internacional de la Cruz Roja registró 317 desapariciones forzosas y 55.327 desplazados (la mayoría de ellos, indígenas y negros).
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