SONDEO SIGMA DOS / Inmigración
El 69% cree que en España hay un número 'excesivo' de inmigrantes
El Mundo, 29-05-2006Ya son muchos los que piensan que son demasiados y que, además, el Gobierno tiene la culpa porque lo ha hecho mal. Hablamos de lo que opinan los españoles sobre el número de inmigrantes que se han asentado en nuestro país. Consultados por Sigma Dos para EL MUNDO, nada menos que el 69,1% de los preguntados considera que la cantidad de inmigrantes es ya «excesiva» y el 70,2% cree que ha sido la regularización decidida en 2005 por el Ministerio de Trabajo la que ha producido el efecto llamada.
Lo que opinan los ciudadanos españoles sobre el número de inmigrantes que se han asentado en nuestro país, sobre las causas de su incremento y sobre las posibles soluciones que puedan abordarse, dibuja un panorama crítico con el Gobierno y pesimista ante el futuro.Los datos que proporciona en sondeo el Sigma Dos para EL MUNDO incluyen la pregunta más importante, en la medida en que, además de reflejar una apreciación objetiva, reflejan también un estado de ánimo. El 69,1% de los preguntados considera que el número de inmigrantes en España es ya excesivo. Ésta es la opinión de la mayoría, sea cual sea el segmento en el que se agrupan las respuestas. En el extremo más bajo se encuentran los votantes de Izquierda Unida con un 51,1% de respuestas en este sentido, que casi doblan a quienes, dentro de esa misma opción ideológica, dicen que la proporción de inmigrantes es todavía adecuada (26,6%).En el extremo más alto están los mayores de 65 años, que suman en su respuesta el 80,9%, es decir, la práctica unanimidad, y los votantes del PP, que alcanzan el 78,9%. La respuesta de los votantes del PSOE supone un 68,4%. La proporción de quienes piensan que todavía son pocos los hombres y mujeres que llegan a nuestro país en busca de una vida mejor es insignificante: un 2,5% en el cómputo general.
Lo más preocupante del dato apuntado es que no hay discrepancias en esta consideración, que no sólo es cuantitativa sino también cualitativa. Y es preocupante porque cuando un grupo social se pronuncia de esa manera – «hay demasiados ya entre nosotros» – lo que se oculta detrás de esa opinión es que el límite de su tolerancia se está poniendo peligrosamente a prueba. Es decir, que es muy probable que la sociedad española, tradicionalmente tolerante y flexible, empiece dentro de poco a dar muestras de intolerancia y xenofobia si, por ejemplo, aparecieran problemas de paro crecientes, la situación económica se complicara o la sensación de inseguridad ciudadana aumentara. Los dos primeros elementos no se vislumbran en el horizonte inmediato pero el tercer elemento, el relativo a la seguridad, es ya noticia de primera página en todos los medios de comunicación españoles.A partir de ahí, el riesgo de equipar inmigración con amenaza, incluso con delito, se dispara.
Ocurre, además, que los electores consultados para este sondeo consideran que una parte importante de la responsabilidad de ese exceso de inmigración en tierra española la tiene el Gobierno.Por varias razones, pero una de ellas porque creen que se equivocó el año pasado cuando anunció y puso en práctica el proceso de regularización de más de 600.000 sin papeles. El 53,4% de los ciudadanos piensa que esa regularización ha sido negativa. Eso en el cómputo general, que se mantiene inalterado en los segmentos de género y en casi todos los de edad. Pero hay varias discrepancias.La primera se produce entre los jóvenes: quienes tienen entre 18 y 29 años se dividen a partes casi idénticas en el juicio positivo (46,1%) y en el negativo (45,2%) sobre la medida adoptada por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera. La segunda discrepancia está entre los votantes del PSOE y de IU. Entre los votantes socialistas la opinión también está dividida aunque son clara mayoría (50,7%) los que aplauden la regularización de 2005 frente a quienes la critican (40,9%). Pero es entre los seguidores de Izquierda Unida donde encontramos el mayor apoyo a las decisiones del Gobierno: hasta un 66,7% de sus votantes respalda la medida.Y hay que decir que este fenómeno, el de que el votante de IU suela mostrar en los sondeos mucho más entusiasmo que el votante del PSOE hacia las políticas del Gobierno socialista, se repite, encuesta tras encuesta, prácticamente desde el comienzo de esta legislatura. Por lo que se refiere a los seguidores del PP, son, como suelen, los más abiertamente críticos (75,4%) con la regularización de inmigrantes sin papeles del año pasado.
La razón de la mala opinión que merece a la ciudadanía esa medida del Gobierno está en la respuesta que viene a continuación. ¿Cree usted que ese proceso de regularización ha provocado un efecto llamada produciendo la llegada masiva de cayucos a Canarias? Independientemente del hecho de que la mayor parte de entradas a nuestro país no se produce por mar desde Africa sino por tierra desde Francia y por aire desde América, la respuesta de los consultados es clara en lo que se refiere a los resultados. El 70,2% piensa que aquella regularización ha producido el famoso efecto llamada.Y eso lo piensan absolutamente todos los electores que han respondido a las preguntas del sondeo. Es decir, que hombres y mujeres, jóvenes y viejos coinciden en su apreciación. Y, lo más llamativo, en esto coinciden también los votantes del PSOE (61,3%) y hasta los de Izquierda Unida (50,6% frente al 45,3%). El porcentaje más alto en el veredicto sobre los efectos de la regularización llevada a cabo por el Gobierno corresponde a los seguidores del PP, con un 85,4%. Pero, hay que insistir, en este punto todos están de acuerdo.
Del mismo modo que lo están a la hora de expresar su escepticismo sobre los efectos benéficos que pueda producir el llamado Plan Africa, recién aprobado por el Consejo de Ministros y que la siempre laboriosa vicepresidenta del Gobierno está impulsando y coordinando. El caso es que el 51,4% no cree que sirva para gran cosa el refuerzo diplomático iniciado en países africanos donde España no tenía hasta ahora representación porque tampoco ha tenido nunca raíces ni vínculos en ellos. Eso lo piensan todos menos, una vez más, los seguidores de IU, que son los últimos que creen que de ese esfuerzo va a salir algo positivo. Los demás oscilan en su escepticismo, pero son siempre mayoritarios los que piensan que no va a servir para nada, o que va a servir para poco ese plan recién anunciado.
La siguiente pregunta pertenece al género de las que exigen muchos matices, precisamente porque ofrece muchos grados para la respuesta.La cuestión que se les plantea a los ciudadanos es qué les parecería que la Armada, es decir, la Marina española, interceptara a los inmigrantes en alta mar y luego los devolviera a sus países de origen. Antes de examinar las contestaciones recogidas, conviene hacer algunas precisiones. Una de ellas es que esa petición que el Gobierno canario hizo al Gobierno central en vista de la masiva llegada a sus costas de inmigrantes procedentes del Africa negra, no es viable planteada en estos términos.
Primero, porque no es competencia de las Fuerzas Armadas controlar la inmigración. Segundo, porque no podría un buque español interceptar a otro, aunque sea un cayuco, en alta mar si son aguas internacionales y forzarle a volver atrás. Tercero, porque, de localizarle dentro de aguas jurisdiccionales españolas, incumplirían su deber de socorro si, en lugar de llevarlos a tierra para ser atendidos, les empujaran de nuevo a la mar a morir de inanición o directamente ahogados. Y cuarto, porque si para el Gobierno resulta ya muy difícil llegar a averiguar cuál es el país de origen de cada uno de esos inmigrantes, no digamos ya para el capitán de un buque de la Armada española.
La segunda precisión es que la pretensión del Gobierno canario era la de que los buques españoles «blindaran» de alguna manera, ya que ahora se blinda hasta las aguas de los ríos, las costas del archipiélago. Pero ya el ministro de Defensa ha explicado que esa propuesta es inviable.
Dicho esto, el hecho es que las respuestas a esa pregunta dan como resultado una opinión positiva ante la idea. Ofrecida la posibilidad de que los ciudadanos consideren muy bien, bien, regular, mal o muy mal la propuesta, el 20,5% la ve bien; idéntica proporción de consultados la ve regular y un 31,8% la ve mal.Los que opinan que eso estaría muy bien (4,4%) están en franca minoría respecto de aquellos a los que les parece muy mal (16,5%).Y aunque las respuestas están muy repartidas, la conclusión final es que suman mayoría los electores a los que les parece mal la sugerencia del Gobierno canario, aunque con la excepción de los jóvenes (al 27,8% les parece regular y ésa es la mayoría de las respuestas); de los votantes de Izquierda Unida, sector en el que ganan (37,1%) los que aprueban claramente la idea planteada en el sondeo; y de los votantes del PSOE, entre quienes ganan también, aunque por los pelos (27,4% frente al 25,2%), los que apoyan la medida. Una medida inviable, insistimos, pero que habla bien a las claras del grado de angustia de la población ante las imágenes de los recién llegados a las costas canarias y ante la evidencia de que en las islas no pueden caber más porque existe el riesgo cierto de un serio problema social y de orden público.
Y es en la última cuestión planteada donde vuelve a haber unanimidad en las respuestas, sobre todo porque lo que se les plantea a los ciudadanos es lo que debería ser para que las cosas funcionaran mejor y los problemas no fueran creciendo. La pregunta es si debería establecerse una política de cupos de inmigrantes en función de las demandas de empleo. Y, dado que ese es el desideratum de todos los gobiernos de los países desarrollados, la respuesta es acorde con la situación. El 83% de las respuestas dice que sí, que lo mejor es aplicar una política de cupos.
Y no hay una sola discrepancia, ni por género, ni por edad, ni por recuerdo de voto. Ni siquiera asoman diferencias apreciables entre los votantes de Izquierda Unida y los del Partido Popular.En esto todos están de acuerdo y lo están en las mismas proporciones.
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