Las autoridades de Croacia aseguran que han interceptado en los primeros ocho meses del año a 11.813 personas en el intento de cruzar su frontera en su mayor parte desde la vecina Bosnia, tres veces más que en el mismo período del año pasado, informa hoy el diario croata “Jutarnji list”.

Al mismo tiempo, la Policía de la vecina Eslovenia ha devuelto en a Croacia otros 6.447 inmigrantes , señalan fuentes policiales del país balcánico.

El diario destaca que la Policía croata no precisa dónde se encuentran ahora estas 18.260 personas.

Por eso, el periódico estima que fueron devueltas a los países vecinos Bosnia-Herzegovina y Serbia, aunque sin la posibilidad de solicitar asilo, según prevé la legislación internacional.

El Ministerio del Interior croata se enfrenta (y rechaza) desde hace meses a repetidas acusaciones de ONGs y la prensa local sobre “devoluciones en caliente” de inmigrantes en la frontera con Bosnia, a veces con el uso de la fuerza.

En 2015 y 2016 pasaron por la llamada “ruta de los Balcanes” cientos de miles de inmigrantes y refugiados de Oriente Medio, sobre todo de Siria, Afganistán y Pakistán, en su intento de alcanzar Alemania, Suecia y Austria, los tres países europeos que más inmigrantes acogieron entonces.

En los últimos meses ha vuelto a aumentar el número de llegadas de inmigrantes a las islas griegas, desde donde tratan de llegar a la ruta balcánica para alcanzar Europa Central.