Las personas sintecho acogidas en centros para personas sin hogar han aumentado casi un diez por ciento en dos años y ya son 18.001.

Lo dice el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su encuesta de centros y servicios de atención a las personas sin hogar correspondiente a 2018, un año en el que los centros que ofrecen servicios de restauración sirvieron de media de 48.573 comidas al día, un 10,7 % más que dos años antes.

Casi uno de cada cuatro centros que acogen a estas personas, el 24,4 %, son de titularidad pública, aunque el INE precisa que el 82,4 % del conjunto está financiado total o predominantemente por la Administración.

Una financiación de la que, no obstante, sólo se benefician el 37,3 % de los 19.762 trabajadores que sacan adelante estos centros, que es el porcentaje de asalariados, frente el 56,2 % de voluntarios y el 6,4 % de personas que tienen otro tipo de vinculación (subcontratados, estudiante en prácticas, religioso…).

De las 18.001 personas de media diaria acogidas, una de cada cuatro (4.566) eran mujeres.

El aumento de los sintecho ha hecho que la ocupación media se situase en el 89 % frente el 86 % de 2016.

En su encuesta el INE explica que los centros de acogida ofrecen distintos servicios a las personas sin hogar.

Así, el 36,4 % proporciona alojamiento en pisos o apartamentos; el 25,1 % son centros de acogida; el 10,5 % están considerados albergues o centros de acogida nocturno; el 10,3 % son comedores sociales; el 8,7 % centro de día o taller ocupacional; el 3,2 % residencia y el 5,9 % ofrece otras actividades que no refleja la encuesta.

Pese a esta variedad, las prestaciones más frecuentes que ofrecieron los centros fueron información y acogida (82,2 %), orientación y/o derivación (76,6 %) y alojamiento (74,6 %).

Para facilitarles su inserción laboral cuentan con otros servicios como talleres de inserción, que ofrecieron el 16,5 % de los centros, talleres ocupacionales (19,3 %), atención jurídica (34,1 %) o atención psicológica (39,7 %).

La mayoría de los centros, el 75,5 % atiende a hombres y mujeres, mientras que el 12 % solo acepta varones y otro porcentaje similar solo acoge mujeres.

Algo más de la mitad de estos lugares está orientado a alguna situación específica siendo las más frecuentes las de inmigración o solicitud de protección internacional (39,5 %) y la adicción a drogas excluido el alcohol (19,8 %). Los menos frecuentes son los orientados a mujeres víctimas de trata o prostitución (4,6 %) y VIH o al sida (5 %).

Desde el punto de vista laboral, el 32,1 % de las personas que trabajan en estos centros lo hace a tiempo completo y el 67,9 % a tiempo parcial. La mayor parte de los recursos humanos son voluntarios a tiempo parcial (52,9 %) y asalariados a tiempo completo (25,1 %).

El 44,6 % de los centros tuvo un gasto anual igual o inferior a 100.000 euros y el 39,6 % de entre 100.000 y 500.000 euros. Solo el 15 % supero esa cifra.

Destaca el INE las diferencias entre los centros públicos y los privados de modo que en los primeros, la mitad tuvo gastos anuales iguales o inferiores a 100.000 euros, el 30,3 % entre 100.000 y 500.000 y el 19,8 % superó el medio millón de euros. En los privados, el 42,9 % contó con un presupuesto de hasta 100.000 euros, el 42,7 % de entre 100.001 y 500.000 y el 13,4 % con más de medio millón.

La capacidad media de la red de alojamiento es de 20.219 plazas diarias 6.742 públicas y 13.477 privadas. Solo el 18,7 % del total de los centros tiene habitaciones para familias.