Santiago Sierra explica el porqué de su 'cámara de gas' en la sinagoga
El Mundo, 29-05-2006El provocador más tenaz del arte español, Santiago Sierra, hace inventario de la polémica desde ayer en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga), a través de una explicación de sus trabajos que incluye la justificación de la recreación de una cámara de gas en una antigua sinagoga de la localidad alemana de Stommel, en una exposición celebrada en marzo que llegó a ser cerrada.
Se trata de la primera exposición suya que alberga un centro español, y en ella exhíbe vídeos, fotografías y el material utilizado en el templo judío, donde sólo se podía entrar con mascarillas y un máximo de cinco minutos «porque había monóxido de carbono suficiente como para matar a una persona en media hora».
Con esta muestra, reacciona a la exposición clausurada, ya que, según explicó, «no quería volver con ese peso» a su residencia mexicana. Tras las censuras y críticas a la exposición en la antigua sinagoga alemana, Sierra dice «estar cansado» de que lo tilden de «provocador y radical», y este último adjetivo le suena «a ser de la kale borroka o a poner bombazos en Madrid.Que me llamen así es como presentar a Montserrat Caballé como una gorda que chilla, y esto condiciona la percepción del espectador y lo único que me obliga es a hablar más de la cuenta», añadió.
Sierra asegura que la causa del escándalo no es otra que en su proyecto «se esté hablando de los muertos europeos», porque cuando lo ha hecho de los africanos, asiáticos o latinoamericanos, o incluso cuando instaló en Cádiz 3.000 huecos en homenaje a las víctimas de la inmigración magrebí, «nadie dijo nada».
Estas proclamas son recalcadas por el artista en el programa de sala al que puede acceder el público para ilustrar su visita a la exposición. En él se reproduce un texto suyo que, titulado Aplaude o calla, se remata con una postdata en la que se lee: «La comunidad judía sabe que no actué en su contra. Lo demás son patrañas».
Según explicó en referencia a esta inscripción, con ello se está refiriendo «a un truco del almendruco» del que se siente víctima, y éste no es otro que el hecho de que digan que «la gente a la que vas a homenajear la estás insultando».
«Esto no me había pasado nunca, es lo más cabrón que te pueden hacer. El pueblo judío es un actor internacional con el que tenemos la obligación de hablar y no de joderles el diálogo», aseguró.
La muestra, que estará abierta hasta el 13 de agosto, la componen 1.354 fotografías en blanco y negro, siete vídeos, una psicofonía y joyas, entre otras pìezas. Entre este material están incluidas explicaciones similares de las otras tres de sus cuatro últimas acciones artísticas. Entre éstas destaca El pasillo de la Casa del Pueblo (Rumanía, Bucarest, 2005), del que se incluyen 396 fotografías de mujeres y una psicofonía grabada en el edificio en el que, antes de ser Museo Nacional de Arte Contemporáneo, se encontraban las habitaciones personales del dictador Ceausescu.
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