Córdoba, 18 sep (EFE).- La juventud cordobesa presenta prejuicios racistas y xenófobos “especialmente preocupantes” pese a presentar una corrección formal teórica ante las personas inmigrantes y de las minorías étnicas, según un estudio llevado a cabo por la Asociación Proderechos Humanos de Andalucía (Apdha).

El delegado de la organización en Córdoba, Carlos Arce, ha dicho hoy a Efe que es preciso reflexionar sobre lo que se está haciendo mal para que la juventud presente esta realidad ambivalente “después de tantos años trabajando en este ámbito”, en la que a nivel general se admite la inmigración y las minorías étnicas, pero en la que expresa prevenciones cuando se trata de relacionarse con ellas.

Precisamente, la ausencia de contacto con ambos segmentos sociales puede ser una de las causas de esta dicotomía, en la que se abre “un hueco grandísimo”, hasta el punto de que un tercio de los encuestados admite que “se comporta de manera diferente ante estos colectivos”, con prevenciones como cambiar de acera o asegurar sus pertenencias cuando se cruza con alguno de sus miembros.

Para Carlos Arce, “en el trasfondo se da que se ha conseguido un discurso formal sobre el colectivo, que se asume en un contexto teórico sobre que está mal la discriminación contra un colectivo, pero que no se llega a hacer en el contexto personal”.

Por ello, el dirigente de la Apdh aseguró que “el reto está en el contacto”, para modificar las conclusiones del estudio, que “es un termómetro” de la situación que se da en la juventud.

Según la investigación, en la que han participado 400 jóvenes cordobeses de entre 18 y 30 años, las personas encuestadas perciben las situaciones discriminatorias que sufren las minorías étnicas en la ciudad de Córdoba, para la mayoría injustificadas (74%, y las identifican especialmente en la calle (58%) y en la escuela (56%).

Resalta la investigación que la mayoría consideran discriminatorias afirmaciones como “los inmigrantes vienen a robar” (83%), “las personas refugiadas son demasiadas” (66%) “los gitanos roban” (77%), “las familias refugiadas reciben más ayudas” (61%) o “los extranjeros no quitan el trabajo” (76%).

Además, en este ámbito existe un sesgo de género, ya que las chicas señalan como discriminatorias estas afirmaciones en una proporción entre un 10 y un 20% superior que los chicos

Sin embargo, su comportamiento personal se separa de ese conocimiento teórico ya que el 32 por ciento reconoce estar de acuerdo en ocasiones con los estereotipos negativos, de tal forma que el 55 por ciento admite tener prejuicios sobre estos colectivos, haber cambiado de acera (46%) o asegurado sus pertenencias (41%) cuando se han cruzado con una persona de una minoría étnica por la calle.

Respecto a la seguridad, existe también un sesgo de género pero en sentido contrario, ya que las chicas evidencian prejuicios en un porcentaje entre 15 y 20 puntos superior que los chicos.

Finalmente, en cuanto a los lugares donde indican haber sido testigos de este tipo de afirmaciones, los jóvenes destacan con diferencia “la calle” (73%) y “las redes sociales” (74%), por lo que “queda patente el gran protagonismo que tienen las redes sociales como vehículo de propagación de contenidos discriminatorios”, ya que el 84% afirman haber recibido estos contenidos por esta vía, aunque casi todas niegan compartirlo (82%).