El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, calificó ayer de “miserable” la actitud de políticos como los del PP catalán y los líderes de algunas autonomías que rechazan el traslado a la Península de los inmigrantes llegados en cayucos. Determinados dirigentes y comunidades llevan años “haciendo declaraciones poco decentes desde la ética y la moral cristiana, porque hay muchos que dicen que van a comulgar al mediodía, pero que por la tarde detestan que lleguen negros”, reprochó a los dirigentes conservadores.
Desde que el año 2002 el Gobierno del PP acordó los traslados con el ejecutivo canario, la mayoría de autonomías han venido colaborando junto a las ONG. Segura destacó, por ejemplo, la actitud positiva de la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Pero Murcia y Valencia han puesto las trabas más diversas desde que la Moncloa cambió de inquilino. Los subsaharianos que no pueden ser repatriados, la gran mayoría, son derivados a los centros de internamiento de la Península y liberados a los 40 días, como exige la ley.

500 REPATRIACIONES
En lo que va de año se han producido ya 5.200 traslados y se han repatriado a otros 500 irregulares, informó Segura. Más de 3.000 permanecen aún en los centros de retención de las islas.
Los únicos que se quedan en las islas son los menores, un hecho que ha provocado ya el primer brote racista. Un grupo de unos 20 vecinos del municipio tinerfeño de Garanicho profirió gritos e insultos contra 32 menores de entre 13 y 16 años cuando ingresaban en un campamento de la Cruz Roja.

CONDENA AL BROTE RACISTA
El delegado del Gobierno en Canarias mostró su “profunda tristeza personal” por el incidente, que atribuyó a “la presión informativa” y al “histerismo” con que algunos representantes políticos están reaccionando frente a la oleada migratoria.
El ejecutivo autónomo canario, que en las últimas semanas ha reiterado los mensajes alarmistas, condenó ayer rotundamente la bronca xenófoba a “menores que son buena gente y cuyo único pecado es haber llegado irregularmente”, aunque también pidió que les incluyan en los traslados a la Península. “Tenemos 250 plazas en los centros de menores y estamos atendiendo a 350”, explicó la consejera de Asuntos Sociales, Marisa Zamora.
El Consejo de Ministros examinó ayer el denominado plan integral de seguridad de Canarias, que es poco más que la suma de todas las medidas que se han venido anunciado hasta ahora de control de fronteras y refuerzo policial.

TRES CAYUCOS MÁS
La llegada de cayucos siguió con la detección de tres embarcaciones. Dos de ellas, con un total de 160 inmigrantes a bordo, fueron trasladadas al puerto de los Cristianos (Tenerife). El tercero fue detectado por la tarde a unas 80 millas de Tenerife por el busque escuela de la Armada portuguesa y anoche viajaba hacia la isla escoltado por la patrullera española Serviola.