El Senado de EE. UU. aprueba una ley de inmigración que refuerza las fronteras

Las Provincias, 26-05-2006

Tras limitar a treinta horas adicionales el pasional debate sobre la reforma de inmigración planteada en EE. UU., el Senado federal ha llegado finalmente a un acuerdo legislativo con suficiente respaldo entre republicanos y demócratas como para combinar un mayor esfuerzo de seguridad fronteriza, un nuevo programa para la entrada de trabajadores temporales y una ruta para que millones de inmigrantes ilegales puedan eventualmente regularizar su precaria situación.


El feroz debate en la Cámara alta ha tenido que superar continuas enmiendas restrictivas como las del senador Jeff Sessions, republicano de Alabama, quien argumentó sobre un aumento pernicioso en el déficit federal al abrir las puertas para que millones de sin papeles puedan acceder a una serie de prestaciones sociales con un coste adicional de hasta 39. 200 millones de euros al año.


Decisión trascendental

Teorías que han sido finalmente derrotadas por una mayoría bipartidista encabezada por figuras visibles como los senadores John McCain y Edward Kennedy, quien no ha dudado en calificar la reforma de inmigración como una de las decisiones más trascendentales para el futuro del gigante americano.


Con todo, el consenso logrado por el Senado federal no es más que el principio de una batalla adicional y todavía más complicada. Ya que, dentro del sistema legislativo bicameral de EE. UU., el texto legislativo de la Cámara Alta debe ser conciliado con la versión aprobada el pasado diciembre por la Cámara Baja.


Una alternativa mucho más dura que criminaliza tanto a los inmigrantes ilegales como a las personas que los ayudan, sin contemplar una vía para regularizar a los más de doce millones de inmigrantes ilegales que hay en el país.

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