El drama de los cayucos sigue mereciendo la atención de la prensa europea. El HERALD TRIBUNE abrió su edición del martes con ese asunto y LE MONDE le dedicó un amplio reportaje. Esos y otros diarios han subrayado la petición de ayuda que el Gobierno español ha hecho a la UE. Al tiempo, continúa el debate sobre las secuelas políticas que la inmigración tiene en prácticamente todos los países europeos que reciben ese flujo humano. Tras las pasadas tensiones en Austria, en Alemania y en Holanda, el conflicto es particularmente agudo en Dinamarca y en la zona flamenca de Bélgica, que contempla el auge de una extrema derecha xenófoba que puede conquistar la alcaldía de la segunda ciudad del país, Amberes, e incluso condicionar, tras años de forzado ostracismo, la formación del futuro Gobierno nacional.

En Francia, los problemas relativos a la inmigración no solo están en el centro de la polémica política, sino que pueden provocar una repetición de lo ocurrido en julio del 2002, cuando el líder socialista Lionel Jospin se vio superado en la primera vuelta de las presidenciales por el candidato de la ultraderecha, Jean Marie Le Pen. Este último volverá a presentarse en el 2007. Y muchos analistas creen que puede llegar a la segunda vuelta. ¿A costa del candidato de la derecha o del de la izquierda? Hay opiniones para todos los gustos. En el último editorial de LE NOUVEL OBSERVATEUR, Jean Daniel no se decanta al respecto, aun subrayando el riesgo de que Le Pen pase a la segunda vuelta. Porque la primera preocupación del fundador del semanario francés es la actitud de la izquierda ante la emigración y el modo en que el problema afecta a las opciones políticas de la gente.

“A pesar de las lecciones, de las advertencias y de las alarmas, la izquierda parece como si no hubiera entendido nada de las relaciones entre el pueblo y los problemas de la emigración”, dice Jean Daniel. “Si no va a buscar a los electores de Le Pen en su territorio, estos seguirán donde están. ¡Por supuesto que hay que lanzarse a recuperarlos! ¿Y cómo? Añadiendo a la indispensable condena de todo lo que en el Frente Nacional hay de racismo, de antisemitismo y de xenofobia, un análisis sereno de las reacciones cotidianas y legítimas de los franceses frente a los problemas de inmigración. Y proclamando que lo que debería ser una seña de identidad y de pertenencia a la izquierda sería preocuparse de la suerte de los inmigrados una vez que ya están en Francia, en lugar de declararse partidario, sin más, de acogerlos a todos. … El eslogan ‘Si no amas a Francia, márchate’ – – que también he oído de boca de más de un francés magrebí – – , formulado por Le Pen es una auténtica injuria. … Pero declararle la guerra y tratar de fascistas a todos los que no se han indignado por ese grito no es la mejor manera de comprender las reacciones populares”.

Por otra parte, se consolida la sensación de que van a reabrirse las hostilidades entre palestinos e israelís. “Amenaza tormenta” ha proclamado el FINANCIAL TIMES, mientras que el plan de retirada parcial y unilateral de Cisjordania confirmado por Ehud Olmert en Washington ha merecido el calificativo de “receta para el desastre” por parte de THE NEW YORK TIMES.