'Indígenas' desvela el sacrificio de nativos de las colonias francesas en la II Guerra Mundial
La Vanguardia, 26-05-2006La historia, oculta durante décadas, de cómo el ejército francés reclutó a jóvenes nativos de sus colonias y los utilizó como carne de cañón en la Segunda Guerra Mundial es el objetivo de Indígenas,película del director francés de origen argelino Rachid Bouchareb. Puede tener el efecto catártico que en su día tuvo Senderos de gloria,de Kubrick, prohibida durante largos años en Francia y estrenada en España tras la muerte de Franco. Pero Indígenas,coproducción entre Francia, Argelia, Marruecos y Bélgica, sitúa su acción no en la primera, sino en la Segunda Guerra Mundial. Concretamente en 1943, tres años después de la debacle del ejército francés. El general De Gaulle apeló entonces a la Francia libre para formar unas tropas que irían creciendo gracias al reclutamiento de decenas de miles de nativos procedentes de las colonias.
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Rachid Bouchareb denuncia la manipulación llevada a cabo por los altos mandos franceses, que enviaron a los reclutas africanos hacia la muerte, en misiones suicidas. Parte del testimonio de un superviviente (la aparición final del actor que lo interpreta, maquillado de anciano y visitando las tumbas de sus compañeros árabes, supone una coda innecesaria) y muestra un amplio, terrorífico repertorio del racismo, la irracionalidad castrense y el desprecio imperante entre los altos militares franceses, que llevaron hasta el matadero a seres que consideraban inferiores. Indígenas transpira convicción, pone las cosas en su sitio y ayer fue despedida con grandes aplausos. La decepción vino bajo pabellón italiano, con El amigo de la familia.Su director, Paolo Sorrentino, quiere jugar a ser Fellini, pero se queda en nadería. Es una película, transitada por un avieso usurero y jovencitas en cueros, que recuerda el cine del destape de los 70.
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Su película El laberinto del fauno,coproducción entre España y México, se proyectará mañana a concurso. Pero ayer, Guillermo del Toro tuvo la deferencia de reunirse con la prensa española, tras una proyección privada del filme. Como su socio Alfonso Cuarón, Del Toro alterna sus incursiones en Hollywood con rodajes en España. Caso de El espinazo del diablo,película sobre un orfanato de niños durante nuestra Guerra Civil que le produjo Almodóvar. El laberinto del fauno sitúa su doble historia en 1944, en una remota localidad española a la que llegan una niña, Ofelia (soberbia creación de la debutante Ivana Baquero) y su madre (Ariadna Gil), viuda que espera un hijo de su segundo marido, un sádico oficial del ejército franquista (malévola creación de Sergi López), decidido a exterminar a los guerrilleros republicanos que siguen luchando en las montañas. La película combina la imaginación de la pequeña, que se adentra en los territorios de una fantasía habitada por faunos y extraordinarias criaturas, con la dura realidad.
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“La gran película sobre la guerra civil española – nos dijo ayer Guillermo del Toro – está aún por hacer. Y aunque pronto se cumplirá el 70. º aniversario de su comienzo con el alzamiento franquista, tal vez haya que esperar algún tiempo para poder filmarla, algo que no descarto en el futuro. Cuando yo era adolescente, un aprendiz de la vida, mis maestros fueron hijos de republicanos españoles exiliados en México. Y me dediqué al cine por culpa de Víctor Erice y El espíritu de la colmena”.Fiel a su película – “me ha llevado dos años, está hecha con amor y jamás hubiera podido rodarla en Hollywood” – , Del Toro afirmó: “Nunca he vivido la realidad separada de la fantasía. Detesto el mundo real”. En lo que respecta a Sergi López, el cineasta mexicano contó que ensayaron mucho el acento: “Rodábamos una escena, y yo le decía: ´Mira, Sergi, te ha salido acento de fuet.Lo siento, hay que repetirlo. Es un actor fenomenal”. c
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