Mariano Rajoy abordó ayer los problemas de la inmigración en España, cuya causa situó en la falta de política real del Gobierno de Zapatero. «Sin política de fronteras y sin política exterior no hay Estado», proclamó el presidente del PP en el acto conmemorativo de los tres años de Gobierno municipal de Gallardón en Madrid.

El líder popular insistió en que es Zapatero quien tiene la responsabilidad de atender a estos «problemas reales». Recordó que la inmigración «tiene efectos positivos» , que los españoles «hemos sido inmigrantes» y que muchos de ellos «vienen a trabajar dignamente a nuestro país», pero advirtió de que la inmigración debe ser «ordenada» en beneficio de los españoles y de los inmigrantes legales.

Rajoy criticó la «única» actuación del Ejecutivo central en la materia. «Adjudicar a las comunidades autónomas la facultad de expedir los permisos de trabajo es un disparate, porque supone fraccionar esta política en un territorio donde no existen fronteras interiores y los inmigrantes pueden pasar de una a otra comunidad», explicó. Además, subrayó que la política de inmigración no ha de ser española, sino europea.

El líder del PP destacó el esfuerzo «colosal» de integración que están haciendo las administraciones municipal y autonómica madrileñas.