Hasta dónde llega el 'fenómeno Mena'

La Comunidad tiene acogidos a 148 inmigrantes menores de edad no acompañados, a los que asiste en viviendas de hasta cinco plazas y en centros de acogida de hasta 24

La Verdad, EFE, 07-08-2019

En España hay actualmente más de 12.300 menores extranjeros que entraron en el país sin un adulto que les acompañara, según el registro oficial del Ministerio del Interior, aunque las autoridades admiten que no refleja el dato real. Y es que la tutela de estos niños pertenece a las autonomías y estas no pueden impedir que los menores se desplacen de unas a otras, o que abandonen España, por lo que la cifra exacta es casi de imposible conocimiento. La Comunidad, en principio, tiene en acogida a 148 de estos menores inmigrantes, popularmente conocidos como ‘menas’, para los que dispone de recursos que van desde pisos de cinco plazas a centros para 24 residentes. Para los mayores de 18 años existe un programa de integración sociolaboral financiado con fondos europeos.

La principal puerta de entrada de estos menores extranjeros que viajan solos es Andalucía, donde están inscritos 5.183 niños, seguida de Cataluña, con 1.938, y Melilla, con 1.067 niños, según los últimos datos del Registro Mena, a 30 de abril de 2019. Su llegada se ha duplicado respecto a 2017, cuando había 6.414 de estos niños, un número que ya significó entonces un incremento del 60% respecto a 2016.

Las cifras, sin embargo, nada tienen que ver con las que ofrecen los gobiernos autonómicos, que sitúan a Cataluña a la cabeza, con 4.203 menores extranjeros solos, seguida de Andalucía, con 2.172.

Además, el número va cambiando por meses, ya que a estos menores no se les puede obligar a permanecer en los centros asignados y algunos deciden, muchas veces ante el hacinamiento de esos lugares, irse a otras regiones e incluso seguir su ruta por Europa, donde tienen conocidos o familiares.

«Los centros no tienen medidas coercitivas, los menores no están privados de libertad y para muchos es más cómodo estar fuera de control. Aunque sea difícil, hay que intentar convencerlos de que dentro van a estar mejor», explica el fiscal Coordinador de Menores, Javier Huete.

Según Huete, se puede saber «los ‘menas’ que han entrado y los que han ido a un centro de acogida en una comunidad, pero no los menores que se van; hay muchas fugas y hay mucha movilidad. No sabemos los que han dado el salto fuera de España, porque hay niños que atendimos en una región y han aparecido en Francia, Alemania o Bélgica».

«La sobresaturación de estos centros de primera acogida hace que esos jóvenes no quieran permanecer allí, porque no tienen las condiciones adecuadas, no hay espacio y la propia experiencia vital que han tenido durante el viaje que han realizado durante meses, con situaciones traumáticas, los hace reacios a permanecer en ellos», añade.

Los datos facilitados por los gobiernos autonómicos sitúan a Cataluña a la cabeza respecto al número de menas bajo su protección. Así, a 30 de junio la Generalitat tenía acogidos 4.203 ‘menas’ (en el registro de Interior figuran 1.938); en 2018 había 3.697; en 2017, 1.435, y en 2016, 637. Esta situación ha obligado a esta administración regional a acometer varias ampliaciones de plazas; unas 3.000 solo en el último año.

También tiene acogidos a unos 1.700 mayores de 18 años que están acabando de estudiar, tienen posibilidades de insertarse laboralmente o en proceso de reagrupación familiar.

Por el contrario, en la Comunidad de Madrid se han reducido desde los 1.577 de 2018 a 600 menores, según los últimos datos facilitados por este gobierno autonómico.

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