El PP culpa a la política del Gobierno de la llegada masiva de inmigrantes
Diario de Navarra, 25-05-2006La avalancha de inmigrantes indocumentados sobre Canarias fue ayer objeto de confrontación entre el Gobierno y el PP en las sesiones de control al Ejecutivo en Senado y Congreso. Zapatero insistió en que la creciente presión sobre Canarias obedece al desplazamiento de flujos hacia el sur a raiz del proceso de colaboración con Marruecos en Ceuta y Melilla. Desde el PP, el secretario general Ángel Acebes dijo que las fronteras son un «coladero» que además aprovechan las bandas de delincuencia organizada, y el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, afirmó que el Gobierno pecó de falta de sensibilidad al desoir los informes del CNI que advertían de la catástrofe humanitaria que ahora se está produciendo.
Por la mañana, el portavoz del PP en la Cámara Alta, Pío García Escudero, conminó al presidente del Gobierno a dejar de «ir por libre» en la UE con decisiones como la regularización masiva de inmigrantes y le reprochó que en lo que va de año se haya «quintuplicado» la llegada de subsaharianos a las islas. Según el dirigente popular, los sin papeles se encuentran «hacinados» en los centros de acogida, lo que a su juicio prueba que el problema le ha estallado en las manos al gabinete socialista.
Zapatero contesta que España no puede hacer frente en solitario a la oleada de cayucos y valora el apoyo de la UE
El jefe del Ejecutivo negó que los centros estén «desbordados» a pesar del elevado número de inmigrantes llegados en embarcaciones a Canarias en los últimos días e invitó al PP a «comprobarlo personalmente» en las islas. Según Zapatero, no están llegando más sin papeles. Lo que ocurre, a su juicio, es que los que antes trataban de cruzar el Estrecho o saltar la valla de Ceuta y Melilla ahora intentan desembarcar en las costas canarias. .
Ayuda europea
Zapatero reconoció que el Gobierno central no puede hacer frente en solitario a la marea de irregulares que intentan llegar a la UE a través de España y consideró «imprescindible» que en esta tarea también colaboren la UE, las comunidades autónomas, las ONGs, los sindicatos, los empresarios y los países de origen.
Zapatero destacó la «relevancia» de los acuerdos alcanzados el martes en Bruselas y considero que se ha producido «un cambio cualitativo y cuantitativo de la actitud y el compromiso de la Unión».
Pero además, el presidente del Gobierno puso el acento en la necesidad de cooperar con los países africanos, convencido de que la causa fundamental de estos movimientos migratorios es la pobreza y la desesperación de los subsaharianos, sobre todo ahora que se está desertificando la parte occidental del continente.
Mariano Rajoy, que no pudo acudir al Congreso por estar en el funeral del padre de Javier Arenas, delegó la responsabilidad en Ángel Acebes, pero Zapatero eludió el cara a cara con este dirigente. Tras responder a dos preguntas de IU y CiU, el presidente del Gobierno se levantó de su escaño y salió del hemiciclo. Jesús Caldera, ministro de Trabajo, fue el encargado de replicar al PP.
Este cambio no gustó nada a Acebes, que acusó a Zapatero de «preferir salir corriendo antes que dar la cara» en política de inmigración. El secretario general del PP denunció que las avalanchas son «consecuencia» del proceso de regularización del pasado año, consideró que el Gobierno hizo el «ridículo» con esa medida y vinculó la llegada de irregulares con un coladero para las bandas de delincuentes que aprovechan para llevar a la práctica«robos con violencia, los secuestros “express” y los homicidios» que se están produciendo en España.
Caldera replicó que el récord de llegada de pateras a España se produjo en 2003 cuando Acebes era ministro del Interior y defendió la política gubernamental de prevención con el incremento de la ayuda al desarrollo en África.
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