La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que, desde comienzos de año, se han expulsado del país a 31.000 extranjeros que habían llegado a España de forma irregular. En la sesión de control al Ejecutivo, la responsable del Ejecutivo socialista admitió ante el Senado que hay «muchas dificultades» para devolver a los subsaharianos a sus países de origen, pese a la «importante actividad» desplegada por el Ministerio de Asuntos Exteriores en Africa, ya que «ni siquiera» se cumplen acuerdos rubricados en años anteriores.

En una respuesta al senador socialista Vicente González Bethencourt, De la Vega aseguró que el Gobierno ha reforzado el control de las fronteras, al tiempo que se han incrementado en más de 1.500 las plazas de acogida en Canarias. En cuanto a su visita a Bruselas, la vicepresidenta destacó que el Ejecutivo español ha conseguido acelerar los acuerdos en materia de inmigración alcanzados el pasado mes de diciembre por la Comisión Europea, que se ejecutarán «de forma inmediata en España. Por primera vez Europa se está implicando en la política de inmigración», se congratuló.

Durante su intervención, el presidente del Gobierno admitió que 2006 se ha iniciado con datos «manifiestamente» superiores en cuanto al número de embarcaciones y pateras que llegan a las costas españolas con inmigrantes irregulares a bordo, pero precisó que este aumento se produce cada vez que se ejerce un control efectivo en una determinada zona de entrada.

El jefe del Ejecutivo negó que los centros de acogimiento de Canarias estén «desbordados» e invitó al PP a «comprobarlo personalmente» en las islas. Según Zapatero, no están llegando más ‘sin papeles’. Lo que ocurre, a su juicio, es que los que antes trataban de cruzar el Estrecho o saltar la valla de Ceuta y Melilla y ahora intentan desembarcar en las costas canarias. Algo que, cree, demuestra que la colaboración con Marruecos está dando sus frutos.

Un millón en cuatro años

Zapatero se felicitó del «cambio cualitativo y cuantitativo de la actitud y el compromiso de la UE», tras los acuerdos alcanzados el martes con la Comisión Europea. A su juicio, estas medidas se traducirán en «una reducción sustancial» de la presión sobre Canarias. En cualquier caso, advirtió que entre 2000 y 2004 entraron un millón de inmigrantes irregulares en España y que, hasta el momento, es 2003 el año en que más extranjeros han llegado en patera, unos 20.000.

Por su parte, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aseguró ayer que la Armada sólo asumiría labores de tipo «disuasorio» frente a la inmigración ilegal – tal y como solicitó el Parlamento canario – si detectase buques nodriza que abandonan a los extranjeros en cayucos en alta mar.