A la mayoría de inmigrantes que llegaron en 2005 a Ceuta, Melilla y Canarias se les negó la asistencia para pedir asilo y a muchos se les expulsó ilegalmente. Esta dura afirmación no ha salido de cualquier boca. Es parte del apartado que ha dedicado a España Amnistía Internacional en su informe anual sobre los derechos humanos.

La organización señala que «al menos» 13 inmigrantes subsaharianos murieron y decenas resultaron heridos al intentar entrar en Ceuta y Melilla, y «en la mayoría de los casos, la muerte y las lesiones fueron, según informes, consecuencia del uso excesivo de la fuerza o de los malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas». En Ceuta y Melilla – continúa la organización – estas personas permanecieron «en centros de internamiento masificados y muchos fueron devueltos ilegalmente a Marruecos».

En opinión de Amnistía Internacional, «el acoso a inmigrantes en campos no oficiales» de Marruecos, como el campamento de Beliones, y las medidas para elevar las vallas (fronterizas) de Ceuta y Melilla dieron lugar desde finales de agosto a intentos en masa de cruzar la frontera.

AI se refiere también a los sucesos ocurridos en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla el otoño pasado. La organización subraya que pese al anuncio del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de que España y Marruecos realizarían una investigación conjunta sobre las muertes ocurridas en las vallas, al concluir 2005 «no parecía que se hubiese iniciado».

Iniciativa parlamentaria

La publicación del informe de AI, que fue dado a conocer en Londres, ha coincidido con la presentación por parte del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde (IU – ICV) de una proposición no de Ley por la que insta al Gobierno a no firmar acuerdos de devolución de inmigrantes con terceros países sin garantías y, en cualquier caso, con aquellos en los que no se respetan los derechos humanos.

En la misma línea, Izquierda Verde reclama al Gobierno que garantice la provisión de recursos para «una acogida en condiciones dignas», así como las medidas que se requieran para evitar el hacinamiento, especialmente en «zonas sensibles», donde incluye a Ceuta, a Melilla y a Canarias.

Los diputados de este grupo Isaura Navarro y Joan Herrera creen que la salida masiva de embarcaciones con destino a Canarias es «el resultado directo» de la represión, el «cierre a cal y canto» (incluida la intervención del Ejército) de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, así como la puesta en práctica de los acuerdos de readmisión con Marruecos. Para Izquierda Verde, «la muerte y el sufrimiento» de los miles de africanos que emigran no se debe en exclusiva a su desconocimiento de los peligros, sino también «a las políticas de represión y cierre de fronteras». En este contexto, reclama que se renuncie a la instalación de sistemas «crueles e inhumanos» para el blindaje de pasos fronterizos, como la sirga tridimensional.

Además, este grupo reclama que se faciliten cédulas de inscripción a los inmigrantes del África subsahariana que por sus condiciones lo requieran, con el fin de posibilitar su empadronamiento y acceder a sus derechos básicos. En este sentido, pide que se revoquen los expedientes de expulsión abiertos a los inexpulsables (aquellos que no aceptan sus países de origen) documentándolos «para evitar una incongruente situación de clandestinidad».