Un antiguo bazar de la ciudad mexicana de Tijuana, frontera con Estados Unidos, será habilitado como albergue para recibir hasta 4.000 migrantes que puedan llegar a ser detenidos en las anunciadas “redadas” en Estados Unidos, informó este viernes el Gobierno mexicano.

Alejandro Ruiz Uribe, delegado del Gobierno mexicano en el estado de Baja California, informó de que el albergue será adaptado para recibir hasta un número de 4.000 personas que puedan ser retornadas de Estados Unidos a esta ciudad mexicana.

El albergue ocupará las instalaciones del "Bazar Insurgentes”, situado en la zona de la Tercera Etapa del Río Tijuana y rodeado de decenas de escuelas, tanto de educación básica como media superior y superior, así como estancias infantiles y quedará a cargo del Gobierno federal.

Hasta ahora, las personas expulsadas por Estados Unidos hacia Tijuana, buscan regularmente hoteles para pasar la noche o viajan directo a sus lugares de origen, de acuerdo a sus posibilidades económicas.

El alcalde saliente de Tijuana, Juan Manuel Gastélum recordó que el año pasado se le negó al ayuntamiento utilizar el lugar durante una crisis de migrantes y el alcalde electo, Arturo González Cruz, ha expresado su acuerdo con la decisión de habilitarlo como albergue.

El Consejo de Seguridad Escolar de la Tercera Etapa del Río se pronunció en contra de que el bazar sea utilizado como albergue al considerar que no hay información clara sobre cómo se cubrirá la seguridad.

Entre las instituciones que se encuentran alrededor del “Bazar Insurgentes” destacan el Colegio Cenzontle, Colegio Del Valle, Culinary Art School, Centro de Cultura de la legalidad, José Vasconcelos, Menvill Instituto, Unifront, Guardería Estrellita Montessori, Cecyte, London College, Universidad de Tijuana CUT.

Cerca del bazar que se habilitará como albergue están las oficinas del Instituto Nacional de Migración y el parque más grande de la ciudad de Tijuana, el “Parque Morelos”, en donde también se ubica el zoológico y opera como espacio de concentración familiar.

El Gobierno de México aplica desde el pasado 7 de junio una política de freno migratorio en su frontera sur con la finalidad de reducir el número de migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos, país con el que acordó estas medidas a cambio de que no se impusieran aranceles a sus productos.

Desde entones, se ha reducido en 36,2 % el número de migrantes que llegan a Estados Unidos desde México, de acuerdo con cifras anunciadas esta semana por el canciller mexicano Marcelo Ebrard.