Fuertes acusa a un joven muerto
El Mundo, 24-05-2006José David Fuertes, vigilante de seguridad de 29 años, acusado del asesinato del joven de 16 años Ndombele Augusto en el polígono Costa Polvoranca de Alcorcón, volvió a negar ayer que fuese el autor de los hechos y culpó a Pablo Gómez. Fuertes indicó que la noche del crimen la víctima estaba muy alterada como si «hubiese consumido algún tipo de drogas». Con todo, incurrió en algunas contradicciones respecto a lo que declaró en el momento de ser detenido y señaló la presencia de nuevos testigos directos de los hechos.
Esta es la segunda vez que Fuertes se sienta en el banquillo por este crimen. En la primera ocasión fue absuelto pero la sentencia fue anulada por el TSJM tras descubrirse un posible falso testimonio por parte de varios testigos.
El acusado, que reiteró en varias ocasiones que no era racista, culpó de la muerte Ndombele a Pablo Gómez, un recluso que la noche de los hechos se encontraba disfrutando de un permiso de fin de semana y que al día siguiente se suicidó de un disparo en la cabeza.
Fuertes, para quien la fiscal pide 13 años de cárcel, indicó que trabajaba de vigilante en la discoteca Inn desde cuatro meses atrás. Aseguró que los amigos de Ndombele eran conflictivos y que «su panda de amigos llevaban tiempo dando problemas y que se ponían en el parque de enfrente del pub Inn para molestar a los clientes y trapichear con drogas».
Sobre las 05.15 le avisaron de que había un incidente fuera de la discoteca con los «de siempre». En la riña estaban implicados Pablo Gómez, acompañado de María del Mar C., y Jesús María V., junto al que se encontraba Ndombele.
Fuertes señaló que al llegar vio un «tumulto de gente» y a Pablo «gritando y discutiendo» con Ndombele y con otro chico.Fuertes recalcó que el menor angoleño «iba bajo los efectos de alguna droga porque estaba muy agresivo», por lo que le pegó un bofetón y le pidió que se marchara. Ndombele retrocedió, momento en el que, según el acusado, Pablo se abalanzó hacia el menor gritando: «lo apuñalo, lo apuñalo». Fuertes dijo que intentó quitar a Pablo de encima de la víctima. No obstante, indicó que no vio el momento del apuñalamiento. «Pablo Gómez llevaba una navaja y no se la vi en ese momento. Se la vi antes, llevaba toda la noche vacilando con ella y además estaba borracho», indicó el acusado. «Yo soy inocente y no he matado a nadie en mi vida», continuó Fuertes, momento en el que el magistrado presidente del tribunal del jurado, Francisco Serrano, le llamó la atención y le recordó que no tiene derecho a levantar la voz a ninguna de las partes y tampoco al tribunal.
Fuertes señaló que después de quitar a Pablo de encima de la víctima, éste huyó del lugar, Ndombele se quedó entre los coches aparcados y él regresó al pub, aunque indicó que lo abandonó a los 15 minutos porque se llenó de policía y, según recordó, un compañero le dijo: «vete de aquí a ver si te van a meter a ti el marrón».
Además, manifestó que no tenía contrato de trabajo y no quería causar problemas y explicó que al día siguiente viajó a Torrevieja (Alicante), donde fue detenido un mes más tarde. Insistió en que las vacaciones las tenía planeadas dos semanas antes.
Sobre Pablo manifestó que al enterarse de su suicidio, «supuso y dedujo» que éste había apuñalado a Ndombele. La abogada defensora reclamó la absolución de su patrocinado y antes de comenzar el interrogatorio solicitó al tribunal la suspensión de la vista, a instancias del recurso de amparo interpuesto ante el Tribunal Constitucional, sobre el que dijo que, aunque no ha habido notificación escrita, sí la ha habido verbal.
Al término de la sesión de hoy, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, señaló que José David Fuertes «ha incurrido en múltiples contradicciones a lo largo de su declaración» e indicó que, si de verdad es inocente, «no tendría que haber huido, no tendría que haberse escapado de la Justicia y no tendría que hacer a los padres de Ndombele pasar por este calvario por segunda vez».
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