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Los gabinetes de los gobiernos central y autonómico concertaron ayer la «primera semana de junio» como fecha probable para que se celebre la entrevista que el presidente de Canarias, Adán Martín solicitó «hace tiempo» al presidente José Luis Rodríguez Zapatero con el único propósito de abordar el problema que genera la inmigración ilegal.

Martín fue el encargado de anunciar la convocatoria, y volvió a restar gravedad al hecho de que en un primer momento tal encuentro no tenía ni siquiera fecha de celebración. La concreción ha venido justo después de la llamada efectuada por la Casa Real, el pasado viernes.

Al respecto, el presidente del Ejecutivo regional insistió en que la llamada efectuada por el Rey Don Juan Carlos fue «clara», y aseguró que el Monarca «demostró estar al tanto exacto de la situación» creada en las últimas semanas. Se trató de una «conversación larga, en la que me transmitieron la preocupación de la Casa Real por lo que está ocurriendo».

Martín trató de evitar a toda costa vincular la convocatoria de la entrevista en La Moncloa con la llamada de la Casa Real, ni siquiera quiso especular con la razón que ha hecho concretar el citado encuentro. «Yo no estoy por caer en los tiquis miquis, ni en los debates de enfrentamiento. Como presidente de la Comunidad Autónoma creo que debo jugar el papel de intentar encontrar posiciones razonables», respondió.

crispación. Preguntado por su ausencia en el debate que se celebró ayer en el Pleno sobre la inmigración ilegal, Adán Martín la justificó explicando que «no quiero entrar en debates en los que pueden generar crispación en un tema con el que nos estamos jugando mucho».

Así respondió fuera del hemiciclo el presidente a la observación hecha por el presidente del grupo parlamentario del Partido Popular (PP), José Manuel Soria. Para dejar constancia de que el haber rehusado entrar en el debate no implica dejar a un lado el tema de la inmigración ilegal, rescató de la memoria el Plan para el Siglo XXI que presentó en la Cámara el año pasado. «Ahí ya hablé de cuál sería la estrategia a utilizar para procurar el desarrollo de África».

De todos modos, Adán Martín advirtió que «ni nos va a llevar al monte el Partido Popular, ni nos va a llevar el Partido Socialista al huerto. Desde que estoy en el Gobierno siempre he defendido una política de desarrollo en el África subsahariana», aseguró al considerar que la actuación española en esta parte del continente ha mantenido el enfoque de los años setenta.
Ni en el huerto ni en el monte «Adán Martín pretende elevar la inmigración irregular a la condición de asunto de Estado e incluso comunitario sin antes dotarle de la categoría de asunto autónomico de

A dán Martín no le encontrarán ustedes ni en el huerto, a donde le quiere llevar el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ni en el monte, allí donde le quiere lanzar el PP de José Manuel Soría. Pero tampoco en la tribuna del Parlamento de Canarias, de donde ayer se mantuvo inexplicablemente ausente en un asunto – la crisis motivada por la inmigración irregular – que pretende elevar a asunto de Estado e incluso comunitario, sin antes dotarle de la categoría de asunto autónomico de primer orden, de esos que exigen la decidida participación del presidente del Gobierno ante la Cámara autonómica y ante la opinión pública. Más grave todavía. Prefirió intervenir ante los periodistas en los pasillos de la Cámara – allí fue donde explicó literalmente que ni le llevan al huerto ni se tira al monte – que fajarse en el debate político con Juan Carlos Alemán – ayer de vacaciones como socio de los nacionalistas – y José Manuel Soria.

No hay duda de que José Manuel Soria imprime un toque tabernario a la tribuna del Parlamento. Que sus provocaciones a Adán Martín rozán peligrosamente lo personal aún cuando se visten de andanadas políticas. Que no se corta un pelo en demostrar el poco respeto que le produce la figura del presidente del Gobierno desde que los nacionalistas le despidieron del pacto.

Pero actitudes como la demostrada ayer por Adán Martín, que envió a José Miguel Ruano a lidiar con las críticas de PSOE y PP mientras él se reserva para las entrevistas en La Moncloa y las llamadas reales, abonan la tesis troncal del presidente del PP: rehuye el debate cuerpo a cuerpo. Tal circunstancia – justificada por el propio presidente como un intento de quedar al margen de un debate que se podía crispar – le sirve a Soria para cuestionar su coraje político, para insinuar que tiene tendencia a agachar la cabeza ante Madrid, para reprochar faltón al presidente la sonrisa que suele esbozar desde su escaño cuando le atacan y para insistir en lo que se ríen y seguirán riendo de él allá en La Moncloa. Una provocación en toda regla que, sin embargo, el líder del PP no vio satisfecha.

Nunca como ayer estuvieron los nacionalistas en minoría. Juan Carlos Alemán, obligado a defender al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su política con Canarias, tuvo incluso la osadía que nombrar en la tribuna el caso Amorós. Ya están los socialistas pasando al presidente la factura por haberle salvado de comparecer en la comisión de investigación.

A los socialistas no les ha gustado un pelo la actitud levantisca del Gobierno de Canarias ante la Administración central ni la llamada realizada por el Rey al presidente Adán Martín. De ahí que se hayan acordado de lo mal que gestiona el Gobierno al que tan desprendidamente prestan su apoyo parlamentario. Y de ahí que se estén preguntando si no estará CC buscando rédito electoral de la situación a costa del lomo de los socialistas. “Si la buscan, la encuentran”, dijo ayer un misterioso Alemán en lo que parece ser una amenaza cifrada de ruptura.

Capítulo aparte merece sin duda la posición política de los nacionalistas, que para curarse en salud de amenazas de abandono como la citada han optado por incidir más en su legítimo derecho a la crítica sin sufrir represalias que en el desafío argumental pero frontal al Gobierno del Estado por su olvido de Canarias en esta crisis humanitaria.

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Carmen Merino. Santa Cruz de Tenerife
llegadas y detenciones

Nuevo cayuco.

Un cayuco con 78 inmigrantes indocumentados a bordo, entre ellos uno que previsiblemente es el patrón de la embarcación, llegó ayer al sur de Tenerife. Este es el primer cayuco que llega a las costas de Canarias desde el sábado por la mayor vigilancia y el mal tiempo.

En Senegal.

Las autoridades de Senegal han interceptado en las pasadas 72 horas 19 cayucos que habían partido de las costas del país con 1.501 emigrantes clandestinos con destino a Canarias, reveló ayer en rueda de prensa en Dakar el jefe del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, coronel Ousmane Sall. Las operaciones han permitido también detener a 60 traficantes de personas.

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En Marruecos.

Un cayuco con unos 50 ó 60 inmigrantes irregulares a bordo fue interceptado ayer en alta mar cuando se dirigía a Canarias por dos patrulleras marroquíes que rescataron a los inmigrantes y los condujeron a la costa. La embarcación fue localizada a unas 305 millas al sur de la isla de Gran Canaria en aguas internacionales.

2.780 en centros.

Los centros de retención de inmigrantes de Canarias acumulan ya un total de 2.780 personas, medio millar más que el sábado pasado, pese a que en todo el fin de semana no se han interceptado en las islas nuevos cayucos. Según EFE, la redistribución de los africanos que estaban en la comisaría de Los Cristianos ha motivado el incremento.
Buscar soluciones «con cuidado»

España analizará con «cuidado y cariño» las propuestas que hagan los países de Africa subsahariana de donde parten los emigrantes ilegales, dijo ayer a EFE en Dakar, el diplomático español Miguel Angel Fernández Mazarambroz, elegido para coordinar el despliegue diplomático con el que La Moncloa intenta controlar la segunda crisis de los cayucos. Viajará ahora a Gambia y luego a Guinea Conakry y Guinea Bissau, donde seguirá exponiendo el punto de vista de España sobre el tema de la inmigración ilegal, posición que calificó de «generosa, amplia, pero muy firme». Encabeza el despliegue por Senegal, Gambia, Cabo Verde, Guinéa – Bissau, Guinea Conakry, Mali y Níger.
De la Vega se entrevista con Barroso y Fratinni
(Foto: canarias7)AMPLIAR

José Manuel Durao Barroso.

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y el comisario de Justicia e Interior, Franco Frattini, recibirán hoy en Bruselas a la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, para abordar el problema de la inmigración.

El objetivo es ver «cómo puede la Unión Europea implicarse en la cuestión de la inmigración procedente de Africa» que intenta alcanzar las Islas Canarias, explicó ayer a EFE el portavoz Friso Roscam.

La CE entiende que se trata de «un problema que no es español, sino europeo», aunque admite que, con independencia de cuál sea el grado de cooperación comunitaria, el flujo irregular de inmigrantes no podrá detenerse «de la noche a la mañana», según el portavoz. Fernández de la Vega será en primer término recibida por Frattini y Barroso, quien le expresará el «apoyo político» de la Comisión al Gobierno español ante la llegada masiva de inmigrantes a Canarias.

Posteriormente, la vicepresidenta primera y el comisario mantendrán una entrevista de trabajo, ya sin Barroso, para analizar las posibles medidas concretas de cooperación.

El pasado viernes, el Gobierno anunció que pedirá a la Agencia Europea de control de fronteras exteriores (Frontex) que establezca una delegación en Canarias.

«Estudiaremos si es factible», apuntó ayer al respecto el portavoz de la Comisión Europea, que declinó aventurar qué otras fórmulas de cooperación se podrían poner en marcha. «Vamos a escuchar primero las demandas de la vicepresidenta», dijo.