SOS. Dakar pide pan
Senegal pide ayudas para construir pantanos y regadíos
Canarias 7, 22-05-2006
Dakar
Senegal quiere dar de comer a sus habitantes. Así lo expresó ayer el presidente del país en un llamamiento de urgencia a la Unión Europea. Para frenar la inmigración hacia Canarias, reclama ayudas para construir regadíos que garanticen el futuro de su precaria agricultura.
El presidente senegalés, Abdoulaye Wade, está de acuerdo en que España devuelva a sus países a los inmigrantes clandestinos llegados a Canarias, pero pide que eso vaya acompañado de ayudas para realizar inversiones en los pantanos que quiere construir para desarrollar la agricultura. «Que me los devuelvan, pero que me den también pantanos», replica en una entrevista publicada ayer en Le Journal du Dimanche a la cuestión de la voluntad española de expulsar a sus países de origen, en particular a Senegal, a los clandestinos llegados estos últimos días a Canarias.
El presidente senegalés subraya que él siempre ha estado «contra la emigración de los africanos; son valores y riqueza que perdemos. Para evitar las salidas, hay que crear empleos suficientes para que la gente no tenga la tentación y para eso tenemos esencialmente la agricultura».
En ese sentido, señala que cuando Marruecos expulsó a los senegaleses que estaban tratando de entrar en Ceuta y Melilla, lanzó para ellos un plan que consiste en delimitar terrenos para construir explotaciones en la que los jóvenes se puedan instalar porque está convencido de que su país puede exportar productos agrícolas a Europa o Estados Unidos, como lo muestran dos granjas «que funcionan de maravilla».
Para llevar adelante ese plan, admite que necesita tal vez ayuda financiera para la construcción de pantanos que permitan poner tierras en regadío, y que cuestan cada uno de 50 a 60 millones de francos CFA (de 62.500 a 91.260 euros). «Pero más que dinero, preferiría obtener material de segunda mano de la Unión Europea: palas excavadoras, todo lo que los ejércitos abandonan», subraya.
Wade está convencido de que con una red de pantanos en su país «detendría la desertificación y cortaría la inmigración».
El presidente senegalés se queja de los planes del ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, que con su proyecto de ley sobre la inmigración, ahora en trámite parlamentario, quiere seleccionar a los inmigrantes. «No puedo aceptar que Nicolas Sarkozy me quite gente que Senegal ha formado, no es honrado», denuncia el jefe del Estado, que dice que obligará a los estudiantes de su país a firmar compromisos por los que tendrán que trabajar 10 años en el país, y va a pedir a Francia que se comprometa a que se apliquen esos contratos.
Desesperanza. La emigración masiva y de forma ilegal de jóvenes senegaleses hacia Europa no se debe únicamente al sentimiento de desesperanza que padecen, explicó ayer el sociólogo Gora Mbodj, un catedrático de la Universidad Gaston Berger (UGB) de Saint – Louis, en el norte de Senegal.
El catedrático analiza el fenómeno que se desarrolla en Senegal, especialmente en la ciudad de Saint – Louis, principal punto de salida en este país de los cayucos que salen hacia Canarias, como la manifestación de los fallos de un modelo social basado en lo que él llama «el culto del parecer». «Desgraciadamente, se ha desarrollado en el seno de la sociedad senegalesa una especie de carrera contrarreloj para acumular una fortuna que garantice el bienestar material, con todo lo que supone privilegio y consideración social», sostiene el sociólogo.
Entre los que parten, figura un gran número de jóvenes que abandonan una actividad profesional (incluidos algunos funcionarios de la administración pública), pues consideran que la misma no les garantiza la concreción de sus ambiciones, agrega.
Según testimonios recogidos por Efe en Saint – Louis, numerosos funcionarios renunciaron a sueldos bastante razonables, mientras que varios comerciantes cerraron unos negocios aparentemente fructíferos en los mercados de Guet Ndar y otros barrios.
«En esta categoría de emigrantes no se puede hablar de desesperanza sino de jóvenes que piensan que El Dorado está en España, Italia, Francia, Estados Unidos o Japón», afirma el profesor senegalés.
Exteriores atajará el flujo de los ‘sin papeles’
El secretario de Estado visitará ocho países africanos
(Foto: canarias7)AMPLIAR
Inmigrantes recién llegados.
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, reconoció ayer en una entrevista concedida a El País que «el problema de fondo» de la inmigración ilegal desde África «no se soluciona en 24 horas», pero avanzó el compromiso del Gobierno central de que «atajará en breve el flujo de los sin papeles que desembarca en Canarias». De hecho, atribuye la abundancia de cayucos de las últimas semanas al hecho de que las mafias saben que España logrará «taponar la zona» con «el próximo despliegue de ocho patrulleras a lo largo y ancho de la costa mauritana y a la ayuda que Francia nos brindará en Senegal». No en vano, sostiene que los cayucos tienen un radio de acción que no va más allá de este último país y que no hay constancia de la existencia de buques nodriza.
León tilda de «pura demagogia» el argumento del PP de que lo que está sucediendo es consecuencia del efecto llamada tras la regularización masiva de 2005. Explica que el problema radica en la situación de miseria que se vive en buena parte de África, continente que, a su juicio, está planteando «un desafío que desborda las capacidades de España».
aunar esfuerzos. Por eso, aunque estos días tiene previsto visitar ocho países africanos en una intensa ofensiva diplomática diseñada por el Gobierno español, este alto cargo de Exteriores deja claro que España necesita «aunar esfuerzos» y que con esa idea se han propuesto arrancar compromisos de la UE y G – 8.
León aclara que en el Plan África que ha elaborado el Estado la inmigración es uno solo de siete capítulos y que lo que se busca es colaborar al desarrollo de los países del continente. «¿Tiene sentido que toda el África subsahariana reciba menos que Bolivia?». En todo caso, desmiente que se les pretenda dar migajas. «Al final de esta legislatura, España dedicará el 0,5% de su PIB a la ayuda al desarrollo».
Además, enfatiza que «no hay que ver a África como una amenaza», porque, entre otras cosas, «los subsaharianos sólo representan el 3% de los extranjeros censados».
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, reconoció ayer en una entrevista concedida a El País que «el problema de fondo» de la inmigración ilegal desde África «no se soluciona en 24 horas», pero avanzó el compromiso del Gobierno central de que «atajará en breve el flujo de los sin papeles que desembarca en Canarias». De hecho, atribuye la abundancia de cayucos de las últimas semanas al hecho de que las mafias saben que España logrará «taponar la zona» con «el próximo despliegue de ocho patrulleras a lo largo y ancho de la costa mauritana y a la ayuda que Francia nos brindará en Senegal». No en vano, sostiene que los cayucos tienen un radio de acción que no va más allá de este último país y que no hay constancia de la existencia de buques nodriza.
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