Sea-Watch esconde a su capitana tras recibir amenazas
La ONG trata de proteger a Carola Rackete, que fue puesta en libertad ayer después de que la jueza desestimara los cargos contra ella
Diario Sur, , 04-07-2019«¿Me recibís? Voy a entrar en aguas territoriales». Es el mensaje que puso en el punto de mira a Carola Rackete, capitana del ‘Sea Watch 3’, y desató el temporal que la convertiría en la ‘enemigo número uno’ de Italia. La ONG Sea – Watch informó ayer del traslado de Rackete a un lugar secreto tras haber recibido amenazas, después de que decidiera atracar en Lampedusa sin autorización para desembarcar a 42 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo.
El traslado de Rackete llegó un día después de que una juez desestimara las acusaciones contra ella por poner en peligro la vida de cuatro policías al chocar contra su patrullera cuando se aproximaba a tierra. La magistrada dictaminó que la capitana no infringió la ley ya que era prioritario salvaguardar las vidas de los inmigrantes. Esta decisión no sentó nada bien al ministro de Interior, Matteo Salvini, que se sintió «indignado y asqueado». Con todo, la capitana del ‘Sea Watch 3’ aún deberá defenderse de los cargos que la acusan de favorecer la inmigración ilegal.
La figura de esta joven alemana de 31 años ha despertado sentimientos antagónicos en el país: por un lado, el odio de los simpatizantes de La Liga; y por otro, el fervor de sus contrarios. En el ámbito internacional, se ha desatado una ola de solidaridad hacia Rackete. En el Parlamento Europeo, varios eurodiputados mostraron pancartas a favor de su liberación el martes.
Con su característica y ya conocida determinación, Rackete decidió poner rumbo al Mediterráneo en 2016 para hacer frente al drama de la inmigración. Desde entonces se ha encargado de rescatar a supervivientes de naufragios, en ocasiones de entre los cadáveres de sus compañeros de viaje. «He podido frecuentar tres universidades, soy blanca y nacida en un país rico. Cuando me di cuenta, sentí una necesidad moral: ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades», explicó.
Los padres de Rackete defienden desde Alemania a su hija: «Estamos preocupados, pero muy orgullosos de ella. Está haciendo lo correcto», aseguraron al diario italiano ‘Corriere della Sera’. Las consecuencias a las que se enfrenta por entrar en aguas italianas sin permiso no son cosa de broma: una multa de 50.000 euros y hasta 15 años de cárcel.
Sin embargo, Rackete defiende que la maniobra estuvo motivada por la situación extrema que se vivía en el ‘Sea Watch 3’. Tras dos semanas a la deriva declaró el «estado de necesidad» ante el bloqueo italiano. Los tripulantes trataron de apelar la solidaridad, con pancartas en las que pedían que «abrieran sus puertos y sus corazones», que chocaron con los mensajes de Salvini. Antes de ser escondida, Carola aseguró que la resolución que la dejó en libertad es «una gran victoria de la solidaridad con todos los migrantes y contra la criminalización de aquellos que quieren ayudarles».
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