La Asociación Karibu (Amigos del Pueblo Africano) ha denunciado este jueves que el 93 % de las personas subsaharianas a las que atendió en 2018 quedaron en libertad tras su paso por el CIE de Aluche, con una estancia media de 41 días, casi el doble que los internos del resto de nacionalidades.

Así lo asegura la asociación en un comunicado difundido esta mañana y que resume el informe ‘Subsaharianos en el CIE de Aluche: Encerrados tras un muro de vergüenzas’, que Karibu presentará esta tarde para analizar los datos de 2018.

Según apunta la nota, la asociación acompañó durante 2018 a 113 personas de origen subsahariano, un tercio del total que pasó por Aluche el pasado año, y de ellas, el 93 % fueron liberadas tras un largo periodo medio de internamiento de 41 días, superior a los 25 días de media del resto de nacionalidades.

Además, el 61 % eran personas recién llegadas a las costas españolas, para las que los jueces autorizaron la medida de internamiento “sin tener en cuenta la práctica imposibilidad de su repatriación”, denuncia Karibu.

El resto de internos ya vivían en España, con una estancia media de 12 años, periodo tras el cual aún son “susceptibles de ser víctimas de redadas policiales racistas”, asevera la nota.

“Estos números confirman el absurdo de este internamiento estéril, una privación de libertad injusta al no ser dirigida a facilitar la expulsión, un absurdo repleto de sufrimientos y vejaciones”, continúa el comunicado.

Asimismo, la asociación denuncia que el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche se ha convertido en un espacio de “desprotección” en el que se “vulneran de forma continua” los derechos de las personas internas, como demuestran las “continuas denuncias” por parte de los internos con respecto a “tratos vejatorios y agresiones cometidas por agentes policiales”.

También hacen hincapié en los episodios de autolesiones e intentos de suicidio que “solo son atendidos bajo criterios de seguridad”, por lo que creen “necesario” reforzar el protocolo actual “con medidas médicas y de control judicial más humanitarias”.

Karibu apuesta por mantener grupos “estables” de voluntarios que visiten a las personas internadas en el CIE de Aluche, con el fin de “dotar de algo de transparencia” a estos Centros.

La asociación presentará esta tarde en el Espacio Abierto FUHAM el informe íntegro, que dedica a Samba, la joven congoleña de 34 años que murió en el CIE de Aluche en 2011 a causa de una afección que aseguran nunca fue “tratada”, después de solicitar atención médica “en múltiples ocasiones”.