El barco de la ONG alemana Sea Watch continúa esperando una solución frente al puerto italiano de Lampedusa, al que le han prohibido acceder, mientras esta madrugada fueron evacuados por motivos de salud un hombre y un niño de 11 años que viajaba con él, por lo que quedan a bordo 40 migrantes rescatados hace 16 días.

A pesar de que la Guardia de Finanza (policía financiera y de fronteras italiana) aseguró este jueves a la capitana del barco humanitario, la alemana Carola Rackete, de 31 años, que la situación se desbloquearía en breve, no ha llegado una solución por parte de las autoridades italianas.

Cinco parlamentarios ( Davide Faraone, Graziano Delrio, Matteo Orfini, Nicola Fratoianni y Riccardo Magi) pertenecientes al Partido Demócrata (PD), Izquierda Italiana (SI) y +Europa han pasado la noche en el barco y han asegurado que no lo abandonarán hasta que no se resuelva la situación.

La capitana de la embarcación intentó ayer entrar en el puerto después de informar a las autoridades de que habían pasado 24 horas desde que se declaró el estado de necesidad, lo que les obligó a entrar en aguas territoriales italianas, pero fue conminada a apagar los motores a una milla de la entrada.

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, continúa pidiendo el arresto de la capitana y la tripulación, la incautación del barco por haber entrado en aguas terrirtoriales italianas pese a la prohibición y la consecuente multa de 50.000 euros.

Pero, por el momento, la magistratura no ha emprendido acciones legales contra la tripulación.

En el barco han quedado 40 de los 53 inmigrantes salvados el 12 de junio en el Mediterráneo central ( el resto fue desembarcado por razones médicas) a la espera de un puerto seguro en el que desembarcar ya que solo se les indicó Tripoli como opción a lo que se negaron.