Fútbol y pateras

La Vanguardia, 22-05-2006

No deseo aguarle la fiesta a nadie, pero tras la victoria del Barça en París no puedo evitar pensar que la misma sociedad que encumbra y ensalza a un futbolista africano se plantea, casi sin pestañear, repatriar a los supervivientes de las pateras. A estas personas que mueren de hambre y sed se les responde que se les controlará mediante satélites que cuestan miles de millones de euros, y que, si a pesar de todo, logran alcanzar nuestras playas, se les devolverá a sus lugares de origen. Y si las fotos no mienten, esta decisión se adoptó en una reunión del Gobierno a la que asistieron nueve personas y once botellines de agua de la mejor calidad. Tanta previsión acuífera quizás se deba a que los miembros de nuestro Gobierno y sus asesores tuvieron miedo de que les ocurriera lo que a los senegaleses convertidos en momias camino del sueño europeo. ¿O era una pesadilla?
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