Los neonazis crecen un 25%

El Mundo, 22-05-2006

En Alemania descendieron el año pasado los actos criminales.Hace apenas una semana que el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble, daba a conocer estos datos. No hacían presagiar lo que hará público este lunes. Y es que el número de neonazis y de ultraderechistas violentos aumentó casi en un 25% durante 2005. La policía alemana registró casi un millar de delitos con trasfondo ultraderechista, frente a los 776 registrados un año antes. Son cifras de la Oficina de Protección de la Constitución, que se harán públicos hoy, pero que ya confirmó ayer el Ministerio del Interior.


Estos datos no vienen más que a confirmar que la reciente oleada de ataques xenófobos, en el este de Alemania, no son una invención de los medios para engrosar sus tiradas. Este mismo viernes el diputado del Parlamento berlinés, Giyasettin Sayan, de origen turco, era presa de un grupo de radicales, que lo golpearon hasta el punto de obligarle a pasar el fin de semana en el hospital.Coreando insultos como «extranjero de mierda, turco de mierda», dos jóvenes lo golpearon con una botella en Lichtenberg, un barrio del Berlín oriental considerado bastión de los neonazis. Con pasaporte alemán desde hace 30 años, este diputado del Partido de la Izquierda, que integró las filas de Los Verdes, defiende un Berlín multicultural y tolerante, siempre presto a denunciar – eso sí – las actividades de la ultraderecha en la capital. Ahora ha sido víctima de uno de estos ataques. Ayer seguía hospitalizado, con una conmoción cerebral.


Problemas sociales


Las estadísticas oficiales revelan nuevamente que los focos más violentos se concentran en el este del país, curiosamente ahí donde el porcentaje de extranjeros es menor y los problemas sociales (desempleo y falta de perspectivas) son más acuciantes. Sajonia – Anhalt y Brandeburgo lideran la estadística de actos violentos cometidos por la ultraderecha. Por poner un ejemplo, en Brandeburgo, la región que abraza Berlín, el número de este tipo de delitos es 10 veces mayor que en Hessen, en el oeste de Alemania.


El número de neonazis aumentó en 2005 de 3.800 a 4.100, además de los ultraderechistas violentos, que rondan los 10.000. Preocupa también el cambio en la estrategia de la ultraderecha. Hace tiempo que han tejido una red social, y con el fin de captar nuevos miembros los invitan a participar en entrenamientos de fútbol, alejándose así de la imagen de simples matones. Por no hablar de los conciertos organizados por cabezas rapadas, que el año pasado se multiplicaron en un 40%. Son 142 grupos musicales los que están en el punto de mira de las autoridades que velan por el respeto a la Constitución.


Aunque el informe no confirma la existencia de las llamadas zonas libres de extranjeros, lugares en los que los ultras se ufanan de que ya no pone un pie un foráneo, el miedo a viajar al este de Alemania es creciente entre ciudadanos de otro color. Sobre todo en zonas rurales. Y esto es lo que denunció hace unos días el ex portavoz del Gobierno, Uwe – Karsten Heye, que lidera una ONG antirracista. Con vistas a la seguridad durante el Mundial de fútbol, Heye recomendó a ciudadanos de raza negra que no pusieran un pie en algunas zonas de Brandeburgo, «porque podrían no salir con vida de ahí». Sus declaraciones despertaron fuertes críticas, sobre todo entre políticos del Este del país. Pero el mismo Matthias Platzeck, gobernador socialdemócrata de Brandeburgo, admitía este fin de semana que «el problema con la ultraderecha es especialmente preocupante aquí, en el Este».

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