PAULINO RIVERO / Presidente de Coalición Canaria

«¡Aquí no caben todos! No se puede dejar entrar a los inmigrantes de cualquier forma»

El Mundo, 22-05-2006

En los últimos días se ha batido el récord de llegada de inmigrantes a las islas Canarias en cayucos. ¿La situación es sostenible si la cosa sigue igual?


Respuesta. – La situación es muy difícil y compleja, pero hay que mantener la serenidad y trabajar para encontrar soluciones a este problema, que debe ser asumido como un verdadero problema de Estado. Este es probablemente, en estos momentos, uno de los principales asuntos que tienen España y la UE por delante, y el Estado debe involucrarse con todos sus medios.


P. – ¿Qué le ha parecido el plan Africa aprobado por el Gobierno? Algunos dicen que es una versión nueva de un plan viejo


R. – Bueno, ésta es una propuesta más a medio y largo plazo, pero lo que está por ver es si este plan es flor de un día, un simple efecto mediático para contrarrestar el problema del momento, o es una decisión para darle continuidad en el tiempo. La colaboración de Marruecos fue puntual, y se olvidó después, lo mismo que ocurrió con Mauritania. Si el Gobierno trabaja a golpe de efectos, no servirá de nada. No se pueden tomar decisiones discontinuas, sino acciones continuadas en el tiempo.


P. – En ese plan se pide ayuda urgente a Europa, pero después de nuestra última regularización no parece estar por la labor, ¿no?


R. – Si la UE no es solidaria con Canarias y con España, habría que pensar cómo trasladamos a los inmigrantes irregulares al corazón de Europa. España debe ser enérgica en este sentido, y si no se nos ayuda, deberíamos facilitar el camino para que los inmigrantes llegaran a Bruselas.


P. – Pero Europa puede decirnos que hubiéramos actuado cuando se nos avisó de que la regularización podría producir un efecto llamada


R. – También Europa tomó algunas decisiones equivocadas. El que nos hayamos equivocado al conducir este asunto en primera instancia no quiere decir que en estos momentos no tengamos la autoridad moral para exigirle a Europa una implicación en este asunto.Éste es un problema europeo, que desborda la responsabilidad de España, y por tanto, España debe ponerlo en primer lugar de sus prioridades.


P. – Además, el Gobierno ha ampliado medidas para proteger las fronteras por mar y aire. ¿Eso es suficiente?


R. – Esas medidas nos parecen positivas, y encajan dentro de lo que CC viene exigiendo desde hace varios años: un plan integral de seguridad para Canarias, que significa que el Gobierno debe coordinar todos los medios que tiene para proteger las fronteras de las islas. Se trata de poner en coordinación el Ministerio de Medio Ambiente, del cual depende el servicio de meteorología, de Trabajo – todo lo que se refiere a acogida – , el de Fomento – salvamento marítimo – , el del Interior – la Guardia Civil y la Policía Nacional – , el Ministerio de Asuntos Exteriores y el de Defensa – la aviación – . Poner elementos disuasorios en el control, con el apoyo de patrulleras y la aviación, sirve para disuadir a las mafias y para disuadir a los presuntos buques nodriza que en estos momentos trafican desde Senegal.


P. – Sí, pero si no se toman medidas en los países de origen no hay nada que hacer, ¿no?


R. – Es vital intensificar los esfuerzos del Gobierno español con todos los países de origen de los inmigrantes, y realizar acuerdos de cooperación para llevar a cabo políticas de desarrollo y de repatriación. El control en origen significa que estamos atenuando el riesgo de que centenares de personas mueran en el mar, que aquéllos que llegan y que son acogidos en Canarias puedan ser repatriados. Y tercero, evitar el efecto llamada.


P. – El Gobierno ya prometió que se iban a producir repatriaciones inmediatas. En lo que va de año han llegado unos 6.000 y la realidad es que se han repatriado 200… Algo no funciona, ¿no cree?


R. – Está claro que no están funcionando los acuerdos con los países de origen. El Gobierno tuvo visión y agilidad para llegar a un acuerdo con Marruecos, pero al no haberse asumido esto como un asunto de la envergadura que tenía, no se ha actuado con la rapidez necesaria para impedir que las mafias desplazaran su actividad a Mauritania o a Senegal, que es lo que está ocurriendo en estos momentos. Lo que se está haciendo es insuficiente.


P. – ¿Canarias tiene capacidad para acoger a tantos inmigrantes si estas avalanchas continúan, o la situación es extrema?


R. – Canarias está viviendo un momento tenso, difícil y complicado, pero está funcionando la solidaridad del Estado y del resto de las CCAA. Las llegadas masivas desbordan los centros de acogida, pero sería injusto no reconocer que los acuerdos a los que llegó el Gobierno del PP con las comunidades autónomas funcionan, y se acoge a todos aquellos inmigrantes que superan la capacidad de Canarias.


P. – La vicepresidenta ha dicho que todas las personas que entren ilegalmente en España serán devueltas. ¿Esta rotundidad no llega tarde?


R. – Está bien, y hace falta que el Gobierno se manifieste con esa claridad. Durante un tiempo, y fundamentalmente desde el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se ha estado en otro tipo de discurso, que ha incentivado a quienes trafican con las personas.


P. – Pues ustedes apoyaron al Gobierno en el proceso de regularización que ahora critican.


R. – Desde Coalición Canaria, cuando se llevó a cabo el proceso de regularización, dijimos que nos sumábamos con entusiasmo al mismo. Nos parecía importante que quienes estuvieran en una posición de irregularidad tuvieran la posibilidad de conseguir un contrato de trabajo y papeles, pero dijimos que con la misma energía, valentía y decisión que se regularizaban teníamos que producir las repatriaciones de aquéllos que no cumplían los requisitos, y realizar un eficaz control de las fronteras, cosa que no se ha hecho.


P. – Sobre todo porque el problema más grave no son los cayucos, sino los inmigrantes que llegan a los aeropuertos, ¿no?


R. – Se calcula que hay un millón de inmigrantes ilegales, y desde luego no todos entran por Canarias. En Canarias están chequeados.En los últimos tres años son casi 20.000 los inmigrantes no comunitarios que han venido con un permiso turístico de tres meses y se han quedado. Esa es una clara vulneración de la ley en vigor, que obliga a traer el billete de vuelta a quien viene con un permiso turístico que no sea de la Europa comunitaria.


P. – ¿Ustedes tienen constatado que se están utilizando buques nodriza?


R. – La vicepresidenta fue muy clara, y el satélite que se va a utilizar es, entre otras cosas, para controlar los presuntos barcos nodriza que servían de lanzadera hacia Canarias. Hay constancia de que se ha actuado de esta forma. La cantidad no la sabemos, pero hay constancia de que se están utilizando barcos nodriza.


P. – Vamos, que ha llegado el momento de decir claramente que aquí no caben todos, aunque no sea políticamente correcto.


R. – Hay dos mensajes que tienen que funcionar en el mismo nivel y con la misma intensidad: aquí no caben todos. Ese es el primer mensaje, y el segundo que es necesario un mayor esfuerzo de cooperación de la UE con Africa. Tenemos que reconocer que no caben todos, que no se puede dejar entrar a los inmigrantes de cualquier forma, y tenemos que mirar que ahí viven 800 millones de personas, en condiciones infrahumanas, que quieren vivir mejor, y tenemos que volcarnos en generar desarrollo.


P. – Admita que difícilmente podemos pedir ayuda si aquí cada gobierno que llega toma medidas contradictorias, ¿no?


R. – Nos parece que es una verdadera irresponsabilidad que este asunto sirva para la pelea política entre los dos grandes partidos.Este es un tema de Estado, de gran responsabilidad, que requiere el máximo consenso político. Debería haber un gran pacto de Estado y así lo vamos a proponer en el próximo debate del estado de la Nación. Aquí en la forma de afrontar la inmigración irregular hubo tantos errores por parte del PP como los está habiendo ahora por parte del PSOE. Por tanto, no hay que mirar atrás, sino caminar juntos hacia delante.


P. – ¿El Gobierno de Zapatero está dando la talla?


R. – La actuación del Gobierno de Zapatero es muy mejorable, y hasta ahora ha actuado a impulsos. Ha actuado a golpe de avalanchas, en función del impacto mediático. Eso nos parece un tremendo error. Hay que tener una política clara que no se quede en palabras, sino en hechos y en la continuidad del esfuerzo.


P. – ¿En qué medida el hecho de que ustedes sean socios parlamentarios del Gobierno les impide plantear una posición más dura en este tema?


R. – Nosotros queremos hacer una política responsable. Podríamos hacer demagogia de esto, pero no vamos a caer en esa tentación.Aunque sí actuaremos con máxima firmeza. Este es un tema gravísimo, y si el Gobierno no actúa se le volverá en contra. Nosotros esperamos que el Gobierno dé la talla en la inmigración, y si no lo hace tendrá muchísimos problemas.


P. – ¿Qué importancia le da al llamado plan Marshall por Africa?


R. – Mucha. Creo que hay un antes y un después en la actuación con Africa. En el plan Marshall para Africa, promovido por el G8, se van a invertir 90.000 millones de euros en 18 países de los más pobres de Africa. De esos millones, la mitad son deuda que tienen estos países contraída con el FMI, y su condonación será invertida en educación y agricultura. Por primera vez quien controla estas inversiones no son los gobiernos africanos, sino el propio FMI y el Instituto para el Desarrollo de Africa.


P. – Permítame una curiosidad. ¿Usted también cree que el presidente del Congreso, Manuel Marín, como dice el PP, es nefasto?


R. – El presidente Marín, con los errores que todos podemos cometer, está siendo un buen presidente, pero es difícil encontrar en las últimas legislaturas una Cámara tan compleja, tan difícil y que tanto impida facilitar las cosas al presidente.


P. – ¿Qué le pareció la expulsión de Martínez – Pujalte, la primera de la historia democrática?


R. – Lo que ocurrió en el Congreso no es un ejemplo edificante.Debe servir para que todos aprendamos y no se vuelva a repetir.


P. – Tampoco es edificante que se produzcan detenciones ilegales a militantes de partidos, ¿no?


R. – Hay cosas que no deben ocurrir en democracia, entre ellas las que señala usted. A mí lo ocurrido con el caso Bono no me ha gustado nada, ni tampoco la forma en que se ha tratado a los dos chicos de Izquierda Unida que portaban una bandera republicana.

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