La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería acoge este jueves la vista oral contra un hombre acusado de patronear una patera de la que desaparecieron en el mar más de 40 personas después de que explotara su motor a la hora de zarpar desde Marruecos en dirección al país.

La calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Efe, recoge que durante el mes de mayo de 2018 el acusado B.N. promovió “de forma directa” la inmigración clandestina de personas desde Nador (Marruecos) a España.

De esta forma, supuestamente se encargó junto con otra persona fallecida durante el trayecto en patera de patronear esta embarcación, “siendo su cometido la dirección de la misma mediante el uso de una brújula”.

Añade el fiscal que colaboró con un senegalés que organizó el viaje y cobró a 47 inmigrantes de origen argelino entre 1.000 y 1.500 euros, partiendo tras esto desde la playa de Nador en dirección a España sobre las 23:00 horas del 13 de junio de 2018.

El Ministerio Público apunta que sobre las 04:00 horas de la mañana del día siguiente, el motor de la neumática en la que viajaban explosionó provocando el hundimiento de la misma como consecuencia de la entrada de agua y la “precipitación de un número indeterminado de pasajeros al agua, que fallecieron en el trayecto”.

Cuatro supervivientes fueron rescatados durante la tarde del 16 de junio por un helicóptero del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la costa de Almería.

Si bien la embarcación no fue recuperada, el fiscal apunta que “no reunía las características técnicas, ni por el número de ocupantes, dado que la capacidad máxima son 6 o 7 personas, no estando capacitada para realizar trayectos de 120 millas náuticas, ni para soportar condiciones de viento y oleaje, menos con tantas personas a bordo”.

“Tampoco contaba con los mínimos elementos de seguridad, no había bengalas, ni balizas de señalamiento, botiquín, por lo que la travesía puso en peligro la vida e integridad de todos los que viajaron a bordo”, incide.

El fiscal señala las secuelas que sufrieron dos testigos protegidos, uno de los cuales presentaba deshidratación y rabdomiolisis, mismas dolencias que tenía el segundo de ellos, que además padecía una hipotermia y tenía placas erosivas con sobreinfección bacteriana en los miembros inferiores.

Por estos presuntos hechos, B.N. se enfrenta a 8 años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en concurso ideal con un delito de lesiones, así como al pago de 580 y 2.930 euros de indemnización, respectivamente, a los testigos protegidos. EFE

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