La Oficina Regional de Investigación Criminal (LKA) en Berlín está investigando las amenazas de muerte recibidas por varios cargos locales después del asesinato a principios de junio del político conservador Walter Lübcke, por el cual fue detenido un hombre vinculado al espectro ultraderechista.

Entre los políticos que recibieron recientemente amenazas de muerte figuran la alcaldesa de Colonia, la independiente Henriette Reker, así como el de Altena, el conservador Andreas Hollstein, víctimas ya en el pasado reciente de sendos ataques con arma blanca, relacionados directamente con su postura favorable a la acogida de refugiados.

Según informan los medios, Reker, quien en 2015 permaneció varios días en coma inducido tras ser atacada con un cuchillo por un ultraderechista la víspera de las elecciones municipales, recibió el martes un correo electrónico en el que su autor asegura que con la muerte de Lübcke comienza una “fase de inminentes purgas”.

A Lübcke “le seguirán muchos otros, entre otros, ustedes dos”, reza la amenaza, recibida también por el alcalde de Altena, quien en 2017 fue atacado también con un cuchillo.

La investigación ha sido asumida por la LKA en Berlín de manera centralizada, dado que otros políticos locales han recibido amenazas similares.

En declaraciones a la cadena de noticias n-tv, el alcalde de Leipzig, el socialdemócrata Burkhard Jung, subrayó la urgencia de abrir un debate en torno al trato que sufren muchos políticos locales desde injurias e insultos hasta acusaciones de traición a la patria , así como a aplicar “consecuente” la jurisprudencia.

“No nos podemos acostumbrar, no quiero acostumbrarme, a este lenguaje violento y a posturas racistas que en realidad parecían superadas”, dijo Burkhard, blanco de amenazas tras su participación activa en las manifestaciones contra Legida, la versión local del movimiento islamófobo Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente).

En declaraciones al diario “Bild”, varios alcaldes relatan las amenazas recibidas desde la ultraderecha por su apoyo a la acogida de refugiados, entre ellos el independiente Markus Nierth, que dejó su cargo como jefe del consistorio de Tröglitz para protegerse, según dijo, a si mismo y a su familia.

El alcalde de Cottbus, el cristianodemócrata Holger Kelch, afirmó que piensa cada día en su seguridad y que a veces también tiene miedo, mientras que el también conservador Jürgen Opitz, jefe del consistorio de Heidenau aseguró que “escuchar de los ciudadanos que no están satisfechos forma parte del trabajo, pero amenazas a la vida privada, son algo inadmisible”. EFE