Las cárceles españolas están al borde del colapso

El ritmo de crecimiento de la población reclusa alcanza en los últimos meses su máximo histórico, un 52 % más que en el año 2004 cuando se batieron todos los récords

La Verdad, 21-05-2006

Las cárceles españolas están al borde del «colapso técnico». Nunca antes la población reclusa española había crecido a un ritmo tan elevado como en los últimos meses, ni siquiera cuando hace cuatro años saltaron todas las alarmas. Las estadísticas confidenciales de Instituciones Penitenciarias revelan que en 2006 la colonia carcelaria se está incrementando a una media diaria de 17,2 internos, un aumento sin parangón en la historia penitenciaria del país y que, según los expertos, viene provocado por el continuo ingresos de nuevos presos extranjeros.

Las cifras superan con creces las pesimistas estadísticas de 2004, el año que batió todos los récord. Entonces la población penitenciaria crecía a una media diaria de 11,3 reclusos. Ahora el ritmo es un 52 por ciento mayor que entonces y ni el Ministerio del Interior ni la Generalitat de Cataluña cuentan con nuevas cárceles. A 12 de mayo de 2006, últimos datos disponibles, las cárceles albergaban a 62.984 internos. En apenas cuatro meses y medio, la población interna se ha ampliado 2.227 personas, más que durante todo el 2005, cuando la colonia reclusa creció en 2.052 miembros.

En apenas unos meses (de diciembre a mayo) el ritmo de aumento de reclusos se ha multiplicado por más de tres. Lejos quedan ya las estadísticas de 2005, cuando después de tres años consecutivos con aumentos de 4.000 reclusos anuales, el crecimiento se desaceleró a la mitad. Las proyecciones de los técnicos de Instituciones Penitenciarias no son más optimistas: de seguir a este ritmo, en diciembre habrá unos 6.300 presos más que en enero y la población penitenciaria se acercará a los 66.000 reclusos, justo el doble que hace quince años pero con sólo una decena de cárceles más disponibles que entonces.

Extranjeros

A los responsables del Ministerio del Interior les preocupa especialmente el fuerte incremento de la población reclusa de origen extranjero: mientras que los inmigrantes son el 8,5% de los 44,1 millones de habitantes de España, en las cárceles la población de origen foráneo crece hasta el 29,7% del total, tres veces más que en la calle. Hace diez años los inmigrantes eran sólo el 15,85% de los reclusos.

Entre marzo del año pasado y marzo de 2006, el número de internos extranjeros en los 66 centros de la Administración central ha pasado de 15.003 a 15.978, un crecimiento del 6,4 anual, muy por encima del crecimiento del 3,6% del resto de la colonia reclusa.

De los 13.047 presos que entraron entre 2000 y 2004 en alguno de los 66 centros dependientes de Interior, el 55 por ciento era extranjero (7.204 inmigrantes). En algunos ejercicios, como en el 2001 y el 2002, se encarcelaron más de 1.800 foráneos al año.

Este nuevo boom penitenciario no va a tener una respuesta efectiva del Ministerio del Interior al menos hasta dentro de un año cuando, según las previsiones más optimistas, se inaugure el centro de Puerto de Santamaría III (Cádiz) con cerca de 1.300 celdas (útiles y de servicios) y una capacidad efectiva para albergar a 1.700 reclusos como máximo.

Los propios expertos penitenciarios advierten que a pesar de los esfuerzos de prisiones por abrir la nueva cárcel de Cádiz, que será la primera que se inaugure desde que en 2002 se pusiera en funcionamiento la de Villena (Alicante), la situación no mejorará: a este ritmo de crecimiento en 98 días esa cárcel estará llena.

Sólo a partir de 2008 Instituciones Penitenciarias espera poder contar con los otros tres centros que en su día prometió el gobierno del PP: Estremera (Madrid), Albocasser y Morón (Sevilla) con otro millar de celdas cada una.

La gran respuesta del Ministerio del Interior será el denominado Plan de Creación y Amortización de Centros Penitenciarios, aunque no estará concluido en ningún caso antes de 2012.Este programa incluye la construcción de once macrocárceles, buena parte centros – tipo de 1.008 celdas, en las zonas de mayor hacinamiento penitenciario o con infraestructuras obsoletas: Andalucía oriental, Ceuta, Comunidad Valenciana, Fuerteventura, Gran Canaria, Guipúzcoa, Menorca, Murcia, Navarra, País Vasco y Soria.

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