La Generalitat considera que “se han respetado” la mayor parte de los compromisos adquiridos por los grupos parlamentarios catalanes en el pacto contra el racismo, que buscaba prohibir un uso electoralista de la inmigración, según el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós.

El Palacio de la Generalitat ha acogido este mediodía el acto de presentación del informe preliminar de balance del acuerdo, pionero a nivel europeo, que suscribieron todos los partidos que conforman el arco parlamentario catalán el pasado mes de abril.

Aunque en principio, el acuerdo prohibía un uso electoral de la inmigración con la vista puesta en las convocatorias electorales generales del pasado 28 de abril y las municipales del 26 de mayo, el conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani, ha afirmado que la voluntad de la Generalitat es "extenderlo más allá de las campañas electorales”.

El conseller ha añadido que, como sociedad moderna y madura, el acuerdo “nos permite reflexionar sobre cómo afrontamos el racismo” en un contexto europeo “complejo”, donde las “vulnerabilidades son muy amplias”.

“La fuerza del acuerdo es su transversalidad”, ha valorado El Homrani, para quien las diferencias de los agentes que lo firmaron “no nos deben limitar para trabajar sobre temas tan importantes como la inmigración, el racismo y la xenofobia”.

El conseller ha añadido que la diversidad “nos hace más fuertes” y “nos enriquece” y la convivencia “no es el problema, sino la solución” y éste es el mensaje que se debe trasladar.

Sobre el informe preliminar, Oriol Amorós ha explicado que se ha llevado a cabo tras analizar las informaciones políticas publicadas en prensa y el visionando de los debates políticos.

Después de analizar estos contenidos, el informe ha constatado que las “pocas vulneraciones” del acuerdo se han centrado en torno a la idea de asociar vulnerabilidad social con inseguridad, especialmente en personas vinculadas a la venta ambulante y en los jóvenes migrados solos.

Según Amorós, el informe constata la “poca voz” de los inmigrantes en los debates públicos en campaña electoral, así como la “falta de debates en los que se haya abordado el tema de la inmigración”.

En concreto, el secretario ha citado un debate electoral organizado por la entidad “Casa Nostra, Casa Vostra” en el que se abordó el fenómeno de la venta ambulante, al que “asistieron 5 candidatos de los 7 convocados”, y ha citado que uno de los que rehusó la cita expresó que el debate le parecía un “ejercicio de irresponsabilidad y frivolidad”.

El hecho migratorio se debe abordar con “responsabilidad” para “orientar a soluciones”, ha insistido Amorós, que ha concretado que algunos partidos políticos “han creado conflictos en poblaciones donde no los había”, al hacer alusiones a conflictos presuntamente provocados por Menores Extranjeros no Acompañados (MENA), o a la construcción de centros donde acogerles.

Otro de los incumplimientos ha sido la contextualización de temas, ha citado Amorós, como en la campaña de las elecciones municipales, en la que “los partidos se han atribuido compromisos que trascienden las atribuciones del ámbito municipal”.

El informe constata “muy pocos mensajes de incitación al odio”, según el secretario, para quien éste “sería un discurso propio de la extrema derecha, que tiene una presencia residual en Cataluña”.

Amorós ha valorado “positivamente” la presencia de personas inmigradas en las listas electorales, ya que “les da visibilidad y las normaliza”.

Ha reconocido igualmente la “necesidad de encargar un seguimiento de los compromisos del acuerdo a un organismo o entidad independiente de la Generalitat que permita una evaluación periódica por parte de partidos y entidades”.

Además de los partidos políticos, firmaron el acuerdo el pasado abril unas cincuenta entidades sociales, el Ayuntamiento de Barcelona, el Síndic de Greuges y la Asociación Catalana de Municipios.

Tras la presentación de los resultados, las entidades presenten en la reunión han coincidido en que el acuerdo es un “buen punto de partida”.

Varias de ellas, como UGT, CCOO, SOS Racismo y la CUP, han reclamado el voto para las personas inmigrantes para “normalizar su situación”.

Desde la Asociación Catalana de Municipios se ha reclamado que los planes municipales de los equipos de gobierno locales “incluyan acciones para eliminar los mensajes que estigmaticen a la inmigración”.

Por su parte, SOS Racismo ha urgido a crear un debate “real” que afronte el tema del racismo y que los mensajes xenófobos que emiten los partidos de ultraderecha “sean rebatidos por quienes no los apoyan”, ya que el silencio “los acaba legitimando”.