Hace un año, la mayoría de las mezquitas de Catalunya celebraron una jornada de puertas abiertas a la ciudadanía. Entonces, Mohamed Tatoo, portavoz de uno de los templos musulmanes más antiguos del país, el del barrio de Llefià de Badalona, fundado en 1991, explicó que la iniciativa del Consell Islàmic de Catalunya – apoyada por la Generalitat – pretendía demostrar a la gente que los oratorios son “templos de amor y cultura”. Ayer se repitió la experiencia en una veintena de ciudades catalanas y no cabe duda de que el año que viene deberá celebrarse por tercera vez.
>

“No podemos decir que las cosas hayan mejorado mucho – aseguraba ayer Tatoo, de 63 años, badalonés desde 1969 aunque originario de un pueblecito cercano a Tánger y curtidor de profesión – ; me refiero a la integración social. No avanzamos.
>

Persiste un problema de comunicación. Hablamos, pero no nos entendemos”. Tatoo acaba de dimitir como portavoz de los musulmanes de Badalona. Tres años y medio de negociación con la Administración local para la apertura de una nueva gran mezquita le han quitado las ganas de batallar, dada la dificultad de lograr un acuerdo. Ayer ni participó en la jornada. “No conseguimos dar el salto de la coexistencia a la convivencia”, se quejó.
>

Hace un año, Llefià estaba en calma: el Ayuntamiento había optado por ceder el pabellón del barrio a los musulmanes para su rito de los viernes, el más multitudinario. Así los vecinos de siempre, muchos llegados del sur español en los años sesenta, no se encontrarían con nadie rezando en plena calle por no caber en la mezquita. Ahora, el Consistorio ha suspendido esa cesión y ofrece un polideportivo para orar, pero en otro barrio. Los musulmanes no aceptan porque lo ven demasiado alejado, pero los vecinos que recogieron cuatro mil firmas contra las concentraciones de marroquíes están satisfechos.
>

“No conseguimos acabar con el recelo – agregaba Tatoo – . Desde que yo llegué a Catalunya, en 1969, la situación de los marroquíes ha mejorado mucho, principalmente en lo económico, pero lo social está atascado”. “El problema – añadió el imán de Santa Coloma de Gramenet, Taufik Cheddadi – es que los inmigrantes aún no hemos conseguido que se nos trate como verdaderos ciudadanos. Pagamos impuestos pero no podemos votar ni siquiera en las municipales”.
>

La mezquita colomense no abrió ayer. “Tenemos un barracón que no merece la pena enseñar”, explicó el imán. Fue la solución de la Administración después de que unos vecinos sabotearan hace un año y medio la apertura de otro templo. “No podemos votar – recordó – . Y los políticos apoyan a quienes pueden hacerlo. Hasta que no disfrutemos del estatus de ciudadano no habrá integración. Hay que celebrar muchas jornadas de puertas abiertas. Algunos queremos la próxima el Onze de Setembre. Porque también somos catalanes. Hay que acabar con las leyendas urbanas para concentrarnos en lo importante: el fracaso escolar, la vivienda…”.
>

La jornada de puertas abiertas en la mezquita de Badalona, a media tarde, congregó a una cincuentena de personas, casi todos marroquíes o españoles hijos suyos. Los vecinos autóctonos pasaron de largo en su gran mayoría. Sí acudieron representantes de los Mossos y de la ciudad (un concejal de CiU en la oposición y un dirigente de la Federación de Asociaciones de Vecinos).
>