Pía Klemp es una bióloga Alemana de 36 años que ha rescatado a miles de migrantes en el Mediterráneo en los últimos años. Sus acciones y las de la tripulación que lidera han salvado la vida de personas que podrían haber morido en las aguas de este mar. Y sin embargo, ahora se enfrenta a un juicio que podría terminar con una condena de “20 años de prisión y multas horrendas”. Así lo explica Klemp al diario alemán Beiser Zeitung. ¿El motivo del juicio? “Fomentar la inmigración ilegal”.

En verano de 2017, su barco Sea-Watch fue confiscado en el puerto de Lampedusa, en Italia, y ahora ella y su tripulación serán juzgados frente a la justicia italiana. “Estamos ante un juicio que se ha convertido en un espectáculo de un año de duración. No espero una condena, y si tenemos que ir a Estrasburgo, iremos”, explica Klemp, quien tiene la intención de llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si fuese necesario. “Me niego a creer que vivimos en una Europa a la que tienes que ir a la cárcel para salvar vidas necesitadas", lamenta la capitana alemana.

Con sus dos barcos, el Sea Watch y el Iuventa, ella y su tripulación han rescatado a más de 1.000 personas en riesgo de ahogarse. Por ello, la noticia del juicio contra ella ha hecho que muchas personas salgan en su defensa. En Change.org hay una petición que acumula más de 94.000 firmas que piden a Italia que abandone los procedimientos penales contra Klemp y los otros miembros de su tripulación.

Klemp no solo culpa al gobierno italiano de que esto suceda, sino que se pregunta cómo puede suceder algo así en Europa: “La UE necesita recordar sus valores tan aclamados: los derechos humanos, el derecho a la vida, una solicitud de asilo y el deber de los marinos de rescatar a las personas de la angustia. Incluso si esto va en contra de demagogos como Salvini”.

La llegada del ministro del Interior italiano y viceprimer ministro Matteo Salvini, del partido de extrema derecha de la Liga, ha supuesto un endurecimiento todavía mayor de las políticas del gobierno italiano con la inmigración. En más de una ocasión ha prometido reprimir la llegada de inmigrantes a Italia. “"Tengo intención de denunciar por favorecer la inmigración clandestina a cualquiera que dé la disponibilidad para que desembarquen los migrantes desde un barco fuera de la ley", dijo Salvini hace solo unas semanas.

Por desgracia, no es la primera vez que sucede algo así. En 2012 la defensora de Derechos Humanos y periodista española Helena Maleno fue acusada por llamar a la guardia marroquí para avisar de que había una embarcación con dificultades en el estrecho de Gibraltar. Maleno se llegó a enfrentar a una posible pena de cadena perpetua, pero finalmente el Tribunal de Apelaciones de Tánger archivó su causa.