Un ciudadano chino murió ayer apuñalado por un grupo de cabezas rapadas en el nordeste de Moscú, informó la Policía de la capital de Rusia, país donde al menos otras 15 personas han sido asesinadas este año en ataques racistas.

Li Shi Vien, de 33 años, cuyo cuerpo fue encontrado por los agentes policiales en el patio interior de un edificio de viviendas, recibió varias puñaladas en el abdomen y golpes en el cráneo, según la agencia Interfax.

Testigos presenciales informaron a las fuerzas del orden de que el fallecido fue atacado por unos jóvenes con la cabeza rapada y botas altas, que gritaban consignas racistas, informa Efe.

La Policía, que interrogó a los vecinos del inmueble, abrió una investigación sobre el incidente ocurrido en la capital rusa, donde viven unos 200.000 chinos.

Según Amnistía Internacional (AI), que acusó recientemente a la Federación Rusa de cruzarse de brazos ante el aumento de los ataques racistas, 28 personas murieron en Rusia durante 2005 en cerca de 400 ataques racistas.

Mientras las autoridades calculan el número de neonazis en no más de 6.000, grupos de Derechos Humanos hablan de 50.000, sin contar los grupos de nacionalistas rusos que comparten su ideología xenófoba.

Un tribunal de Moscú condenó el 22 de marzo pasado por «gamberrismo» a los ocho neonazis que participaron en 2004 en el asesinato de una niña tayika de nueve años, que recibió nueve puñaladas.

Rusia, que asumió el viernes en Estrasburgo la Presidencia del Consejo de Europa, se ha propuesto combatir la xenofobia y el racismo.