Preocupación en México por los 6.000 soldados de EEUU
Bush visita Arizona y comprueba 'in situ' la zona de la frontera
Canarias 7, 20-05-2006
México
El Gobierno mexicano envió ayer una nota diplomática al de Estados Unidos en la que expresa su preocupación por la decisión de enviar a 6.000 soldados de la Guardia Nacional a la frontera y construir un muro entre ambos países. Mientras, George W. Bush viajó a Arizona, junto a la frontera.
En la nota, enviada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México al Departamento de Estado de EEUU, el Gobierno mexicano «expresa su respeto por el derecho de cualquier Estado de proteger su seguridad, y señala sus preocupaciones ante las medidas anunciadas y por los efectos de la posible construcción de bardas [muros] y cercas a lo largo de la frontera común».
«La construcción de barreras físicas no constituye un medio eficaz para garantizar la seguridad de nuestra frontera común y altera el espíritu de cooperación que prevalece en la necesaria atención de las preocupaciones de seguridad que son compartidas por ambos gobiernos», subraya el documento oficial.
México solicita que se tomen todas las medidas necesarias a fin de «evitar que cualquier participación de la guardia nacional de ese país en la frontera vulnere los derechos de nacionales mexicanos, con independencia de su estatus migratorio». Agrega que este fenómeno migratorio «en su mayor parte, responde a la existencia de un mercado laboral transfronterizo».
El Senado de EEUU aprobó la construcción de un muro de 595 kilómetros a lo largo de la frontera con México, y barreras en 800 kilómetros para impedir el paso de inmigrantes y automóviles.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegaba a Arizona para comprobar in situ la situación en la frontera con México, y en el Senado continúa el debate para aprobar una reforma migratoria integral. Su portavoz, Tony Snow, dejó claro que Bush «no cree que se deban erigir barreras a lo largo de toda la frontera [de 3.000 kilómetros de longitud], pero hay lugares donde las barreras son apropiadas, y se levantan barreras allí».
Emboscada en Guantánamo
Diez detenidos en Guantánamo tendieron una emboscada a los guardias de la base para atraerlos a su celda y atacarlos con armas caseras, informó ayer el Pentágono, que también reveló un complot para permitir el suicidio de otros dos presos. El motín, que ocurrió el jueves, duró una hora e incluyó una pelea cuerpo a cuerpo en la que, en un momento dado, los prisioneros consiguieron dominar a los guardias, dijo en una rueda de prensa telefónica el coronel Mike Bumgarner, el comandante del Ejército de Tierra a cargo de la prisión.
No obstante, los guardias retomaron el control tras usar gas pimienta, disparar con escopetas de cartuchos de goma y lanzar una granada antidisturbios, de acuerdo con el comandante de la base estadounidense en Guantánamo (Cuba), el contraalmirante Harry Harris. Seis detenidos sufrieron heridas leves, mientras que los guardias sólo recibieron moratones y magulladuras, manifestó Harris.
Motín en guantánamo
Un grupo de prisioneros atacó con armas caseras a los guardias en la prisión estadounidense de Guantánamo, pero quedaron finalmente bajo control, dijeron ayer fuentes militares. Los guardias habían entrado el jueves en una celda comunal para evitar que un detenido se ahorcase cuando fueron atacados por un número no determinado de detenidos con ventiladores, piezas de iluminación y armas caseras, informó el comandante Robert Durand, un portavoz de la base militar.
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