El Gobierno canario volvió ayer a manifestar su desagrado con la atención que recibe en materia de política de inmigración del ejecutivo de Rodríguez Zapatero, en medio de la reciente avalancha de inmigrantes irregulares. El presidente canario, Adán Martín, aseguró que “si no queda otra salida” acudirá al Rey para pedir que se ponga freno a la oleada de cayucos procedentes de las costas africanas. La vicepresidenta Fernández de la Vega le respondió que a diario está en contacto con el dirigente canario, que recibe información pormenorizada de la actuación del Gobierno central, y que Rodríguez Zapatero le recibirá cuando la agenda se lo permita. Por su parte, el número dos del PP, Angel Acebes, dijo que la avalancha de cayucos responde a una “irresponsable política basada en la propaganda y el engaño”.


En rueda de prensa, Adán Martín reiteró sus críticas al presidente José Luis Rodríguez Zapatero por no llamarlo el jueves para preocuparse por la situación de Canarias en un día histórico en el que llegaron 650 inmigrantes irregulares a cuatro islas del Archipiélago. Adán Martín, que realizó estas declaraciones tanto en Tenerife como en Gran Canaria, tras reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores de Cabo Verde, no dudó en afirmar que si el Gobierno central y Europa no ponen en marcha las medias necesarias para hacer frente a la crisis humanitaria que vive Canarias a causa de la inmigración irregular, acudirá al Rey.