EN EL ANDAMIO

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

Aquí se ha armado la del capitán Khan. Menudo balón de oxígeno le ha dado La Moncloa al presidente canario, Adán Martín. Ni pintado, de negro o blanco. Aprovechando aquello de hablando se entiende la gente, el presidente canario ha venido a decir que las relaciones entre Canarias y la Corona se sellaron hace más de cinco siglos, que fue un acuerdo. Es verdad, a Martín el presidente ZP le trata peor que a Hugo. Harto, el presidente canario lo tiene claro: Soy el representante del Jefe del Estado en las Islas desde que tomó posesión en julio de 2003. Y el encargado de la Administración del Estado no me hace caso con la sangría de ilegales que llegan aquí. Como no me responde, habrá que cambiar de interlocutor porque «cuando no se tiene a nadie la única opción es acudir al Rey», teoría que seguramente será eje del discurso que el presidente del Ejecutivo canario lanzará dentro de diez días con motivo del Día de la Comunidad.

Martín debería hacer algo por las guardias costeras, si existieran o existiesen, de Senegal o Mauritania porque le ha permitido elevar el nivel institucional del problema migratorio de Canarias. Nada de cuestión nacional, esto de la inmigración se negocia con el jefe del Estado. La teoría de Martín Menis me parece genial a la vista de las formas empleadas ayer por una persona con tanto sentido común como Fernández de la Vega. Con lo que está llegando a las costas canarias no se le ocurre decir que «estamos trabajando y trabajamos todos los días». Que se lo digan a los que hacen los retenes en Mogán y Los Cristianos. No, es que «somos la frontera de un continente que se está muriendo de hambre». ¿Y? También es frontera sur de la UE Isla Reunión y Francia tiene unos problemas inmensos de inmigración radical islámica. ¿Qué quieren? Para colmo, la vicepresidente intenta darnos clases de pedagogía barata al considerar que en África no hay países pobres sino «empobrecidos».

De ese discurso estamos más que hartos tras escuchar durante 20 años a los cristianos de base de izquierdas en las Islas. En el kit de bienvenida a los ilegales, debería incluir una suscripción anual a Mundo Negro.