M. MARÍN

MADRID. El Gobierno acordó ayer lanzar una ofensiva para exigir a la Unión Europea que se implique de manera más decidida en la lucha contra la inmigración ilegal tras la llegada masiva de cayucos a las costas canarias en las últimas semanas.

Por un lado, en el plano logístico y organizativo el Consejo de Ministros solicitará a la UE en los próximos días – a través de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) – más colaboración para coordinar el despliegue de medios aéreos y terrestres para el control de fronteras, el rescate de inmigrantes ilegales y la atención humanitaria precisa. Por otro, en el plano político, la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, se desplazará la próxima semana a Bruselas para apremiar a los comisarios implicados y al propio presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y no dilatar la aprobación de estas ayudas.

La pretensión del Gobierno es insistir, tal como sostuvo ayer De la Vega tras la reunión del Consejo de Ministros, en que la inmigración ilegal «es un problema de todos», no sólo de España. El Gobierno transmitió ayer el mensaje de que la masiva afluencia de cayucos de los últimos días debe ser analizada «con calma y tranquilidad», aunque «sin minimizar en absoluto el problema».

De cualquier modo, rechazó que se dé la imagen de un Gobierno permisivo con la inmigración ilegal; sostuvo que «hoy es más difícil entrar en España sin documentación que hace dos años» y que la llegada de ilegales hacia España «se ha reducido de manera sustancial», con un 24 por ciento menos en el último año; resaltó que este Gobierno cumple la ley con las expulsiones sin descuidar a la vez la ayuda humanitaria mientras se tramitan; y ensalzó la lucha del Ejecutivo contra las mafias (en 2006 se han desarticulado 172 redes, con 727 personas detenidas)».

No obstante, estos datos del Gobierno – globales de toda España – no satisfacen al Ejecutivo de Canarias, cuyo presidente, Adán Martín, hizo ayer una lectura bastante menos benigna que la de Fernández de la Vega al denunciar que Canarias se enfrenta a su peor oleada de inmigrantes ilegales. Martín, incluso, anunció que si José Luis Rodríguez Zapatero no le recibe, pedirá audiencia al Rey. La respuesta de Fernández de la Vega a Martín fue dura: «No hay un día que yo no hable con el presidente canario… y no una vez, sino varias. Tiene conocimiento puntual y detallado de todo lo que hace el Gobierno».