El Gobierno sigue buscando nuevas vías para hacer frente a una oleada migratoria que no remite. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer que la próxima semana viajará a Bruselas para, entre otras cuestiones, pedir apoyo logístico de la Agencia Europea de Fronteras para la coordinación de los medios aéreos y marítimos que vigilan la zona.
“Me desplazaré a Bruselas para mantener diversos contactos con comisarios de la UE y con el presidente de la Comisión Europea para acelerar todas las medidas que están en marcha”, explicó tras el Consejo de Ministros que ratificó el plan aprobado el pasado lunes por una comisión interministerial, que incluye el despliegue del Ejército, la contratación de un satélite y el inicio de una ofensiva diplomática. También aprobó las líneas básicas del denominado Plan África de cooperación al desarrollo y apertura de nuevas embajadas y oficinas.
La vicepresidenta recordó que la actual crisis no obedece a una mala política de control de fronteras sino “todo lo contrario”. La presión migratoria se ha desplazado de Marruecos y Mauritania a Senegal debido a los buenos resultados de las medidas tomadas en los dos primeros países. Y una prueba de ello es que en los últimos 58 días ningún cayuco ha partido de Mauritania, según fuentes del Ejecutivo.
Mientras el Gobierno pone en marcha las nuevas medidas de choque, la tensión política con el Ejecutivo canario aumenta. El presidente de la comunidad autónoma, Adán Martín, advirtió ayer de que si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no le recibe no tendrá otra salida que solicitar ayuda al Rey. “No hay pasividad, sé que están trabajando, pero la medidas no dan efecto, no son suficientes y hay que aumentarlas”, dijo Martín.
Fernández de la Vega le había recordado unas horas antes que le mantiene informado con llamadas telefónicas “una o varias veces al día” y agradeció la “responsabilidad y solidaridad” con la que la población canaria vive el fenómeno. Otras fuentes del Gobierno destacaron que, en contraste con esta actitud, los políticos canarios están lanzando “un mensaje irresponsable”.
Médicos Sin Fronteras (MSF) abundó en esta idea, aunque culpó también al Gobierno y a la prensa de crear “una alarma tremenda”, cuando las cifras son ridículas. “Los que pasan por los Pirineos o por Barajas son 10 veces más que los que puedan entrar en cayucos o pateras”.