España pide ayuda inmediata a la UE
La Vanguardia, 20-05-2006- Reclamación con tintes de advertencia. La vicepresidenta primera anunció ayer que, a principios de la semana que viene, viajará a Bruselas para solicitar directamente a la Comisión Europea el apoyo logístico de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) para hacer frente a la avalancha de inmigrantes. El Gobierno pretende la implicación europea en la coordinación del despliegue de medios marítimos y aéreos para controlar las fronteras del sur; y para que esta implicación sea real se requerirá que acudan a Canarias expertos europeos en inmigración. Para poder desarrollar esta labor, la vicepresidenta también considera imprescindible, y así lo solicitará, la constitución y la puesta en marcha de una delegación que coordine las labores de seguridad y control fronterizos que tenga sede en el archipiélago.
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El anuncio de María Teresa Fernández de la Vega, realizado un día después de que Canarias recibiese en una sola jornada el mayor desembarco de inmigrantes ilegales, contiene también tintes de advertencia política. Las fuentes gubernamentales consultadas consideraron imprescindible hacer ver a Europa que el problema no es español, y para ello hicieron notar que la mayoría de los subsaharianos que han llegado a España son francófonos y su objetivo es lograr entrar en Francia o Bélgica. De hecho, la policía ha detectado que un número importante de los inmigrantes llega con contactos en estos dos países, en cuyas capitales se está dejando sentir el incremento de subsaharianos. Las arriesgadas estimaciones de los expertos en extranjería cifran en el 90% el número de subsaharianos que después de alcanzar Canarias en los cayucos y ser trasladados a la Península abandonan España en dirección al centro de Europa.
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Asimismo, desde Exteriores se recuerda que el mayor control que se está ejerciendo “gracias” a las medidas que solicita el Gobierno en Marruecos y Mauritania puede provocar que los inmigrantes intenten llegar a Europa poniéndose como punto de entrada Italia.
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Por ello, el Gobierno decidió ayer que la solicitud de apoyo a laUEla realice directamente la vicepresidenta, quien recordó que el próximo mes de junio deben estar listos dos estudios importantes para España. En primer lugar, el de la creación de una red de patrullas; y en segundo, el de la vigilancia electrónica de la frontera sur de Europa. Además de con los comisarios, De la Vega prevé reunirse con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
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El movimiento de piezas hacia Bruselas estuvo acompañado ayer con la presentación de una primera versión del plan África que está elaborando el ministro Miguel Ángel Moratinos, aunque aún no está aprobado. Entre otras muchas cosas prevé la apertura de embajadas en tres países básicos de este continente – Mali, Sudán y Cabo Verde – para negociar con los gobiernos locales el control de los flujos migratorios, propone aumentar la presencia diplomática en Etiopía, la creación de oficinas comerciales en Angola, Kenia, Nigeria, Senegal y Sudáfrica y, asimismo, el fortalecimiento de las agregadurías de Interior en Ghana, Nigeria y Senegal. Ayer mismo, se nombró a la nueva encargada de la misión diplomática permanente en Mali, Marta Betanzos.
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El borrador del plan África no supone sólo una ofensiva diplomática, sino que es una estrategia global que busca un mayor entramado de relaciones con los países subsaharianos para intentar aliviar in situ algunos de los problemas que causan las grandes migraciones. Para ello, se han incluido ayudas para vacunas, educación, un programa de canje de deuda por valor de 200 millones de dólares, la promoción de intercambios comerciales y de inversión a través de Fondos de Ayuda al Desarrollo. Exteriores admite que esta labor es muy lenta, pero que es preciso iniciar un camino que el ministerio ya venía trazando desde hace tiempo. Esta semana, el secretario de Estado Bernardino León volverá a África.
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Pero mientras se pone en marcha la lenta maquinaria diplomática, los subsaharianos, una aplastante mayoría procedentes de Senegal y Mali, siguen llegando a Canarias por centenares. Todos afirman llegar de países como Costa de Marfil, Liberia o Cabo Verde, con los que todavía no existen convenios de repatriación. Cuando los inmigrantes completan su ciclo de 40 días en los CETI, son puestos en libertad y se les entrega el decreto de expulsión, lo que en la práctica supone el inicio de su nueva vida como clandestinos en Europa.
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Pero la mayoría no están solos. Son muchos los números de teléfono de París o Bruselas detectados en los registros de los efectos personales de los inmigrantes a su llegada a los puertos canarios, según informaron fuentes policiales de las islas.
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