La Paeria ha decidido aplicar a rajatabla la ordenanza de locales de pública concurrencia, y en una inspección realizada en los locutorios de la ciudad ha detectado que estos establecimientos se han convertido en auténticos bazares donde se comercia con productos para los que no cuentan con el correspondiente permiso. Las inspecciones han detectado que actualmente hay 19 locutorios en la ciudad de Lleida que no cumplen los requisitos que exige la ordenanza. En este sentido se ha dado un mes de plazo para que estos establecimientos se adapten a la normativa vigente porque de lo contrario podrá clausurarlos al considerarlos “clandestinos”. El incumplimiento más flagrante que se ha detectado es la venta de comida y bebida.
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Según la ordenanza municipal, los locutorios de telecomunicaciones deben tener una superficie mínima de 75 metros cuadrados, disponer de una zona de espera de como mínimo 20 metros cuadrados y no tener ningún elemento publicitario en el exterior, a excepción del rótulo que anuncia la actividad que allí se desarrolla. Estos locales, además, deben disponer de una altura mínima de 2,6 metros en las zonas de uso público y de 2,2 en el resto de las zonas, de paso exclusivo para la circulación del público, y colocar cierres permanentes fijos en todas las puertas del local que dan a espacios públicos.
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Los locutorios deben tener además cabinas cerradas, aisladas acústicamente para garantizar la privacidad del cliente, ser de uso individual pero con dimensiones amplias. Precisamente éste es uno de los escasos requisitos que cumplen la mayoría de establecimientos inspeccionados. El control realizado ha detectado que los propietarios de los locales aprovechaban para vender comida, bebida, ropa, e incluso artesanía cuando la ordenanza lo prohíbe taxativamente. Además, los locutorios no pueden instalarse en subterráneos. Tienen que estar a 20 metros de distancia de locales de uso protegido, como por ejemplo los catalogados, y a 150 metros de otro establecimiento de telecomunicaciones.
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Los locutorios ofrecen servicio de telefonía a precios moderados además de alguna conexión a internet e incluso el servicio de transferencia de fondos o venta de tarjetas telefónicas. Se trata de locales que en determinadas horas del día congregan a multitud de gente que espera su turno para hablar con sus familiares en su país de origen, pero también sirven como lugar de cita, tertulia e intercambio. Las zonas donde hay más locutorios son las del entorno de la mezquita de la calle del Nord y en el centro histórico.
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