El Consejo de Ministros acordó ayer pedir ayuda urgente a la Unión Europea para hacer frente a la avalancha de inmigrantes ilegales en las costas de Canarias. La llegada masiva de africanos a las islas preocupa al Gobierno por encima de cualquier problema y desborda ya su capacidad de actuación.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que el Consejo de Ministros acordó solicitar de «manera inmediata» a la UE «apoyo logístico» para controlar la llegada de inmigrantes.

La decisión se completa con la aprobación del llamado Plan Africa para frenar la inmigración en los países de origen. Se trata de canalizar la ayuda al desarrollo y lograr la implantación de la diplomacia española en países donde es absolutamente inexistente y, por tanto, se hace imposible la negociación de los flujos migratorios y la devolución de los ilegales que hayan podido llegar a las costas españolas.

El apoyo urgente de la UE se produciría a través de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) e incluye la «coordinación del despliegue de medios marítimos y aéreos europeos y el desplazamiento de diversos expertos».

Para ello, el Gobierno solicitará a la agencia europea «la constitución y puesta en marcha de una delegación de coordinación sobre seguridad y control de fronteras exteriores en Canarias».

La tesis desarrollada ayer por la vicepresidenta y portavoz del Gobierno es la de que «los inmigrantes que llegan a España llegan también a Europa». El mensaje que quiso trasladar es el de la «calma y la tranquilidad» y la impresión que dejó es la de que el Gobierno está muy preocupado por el problema, hasta el punto de trascender la imagen de estar desbordado.

Según Fernández de la Vega, los datos indican que se ha producido un descenso notable de la llegada de inmigrantes con respecto a otros años. El problema, según explicó, es que los convenios con Marruecos y Mauritania están funcionado y, por eso, el tránsito se ha desplazado hacia el sur de Africa, «terreno abonado para las mafias», según la vicepresidenta.

Además, el inicio del verano parece avanzar una situación que rebasará la limitada capacidad de acogida de las islas Canarias.

En ese mensaje de tranquilidad se incluye el compromiso de la portavoz del Gobierno de que ningún inmigrante ilegal se quedará en territorio español y todos será repatriados. «Los que llegan a España sin documentación no van a poder quedarse, no se van a quedar», garantizó Fernández de la Vega.

Viaje a Bruselas

El problema es que esas repatriaciones deben hacerse con las garantías suficientes, tras comprobarse la nacionalidad del inmigrante y previo acuerdo con los países de origen. En muchos estados africanos no existe ni delegación diplomática española que negocie el convenio y que sirva para canalizar la ayuda que, en definitiva, paga la repatriación. Este último es uno de los objetivos del Plan Africa.

En este momento, España negocia con Nigeria, Níger, Guinea Bissau, Cabo Verde, Malí y Angola esos acuerdos.

Para agilizar la ayuda urgente de la UE, la vicepresidenta primera viajará la próxima semana a Bruselas a entrevistarse con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y con los comisarios afectados.

En diciembre se aprobó ya dotar de contenido a Frontex, agencia europea con sede en Varsovia, para que prepare «el establecimiento de una red de radiopatrullas que operase en todo el Mediterráneo y que estará terminado en junio y el estudio de un sistema de vigilancia electrónica en toda la frontera sur».

La vicepresidenta aseguró que, en los dos últimos años, con el actual Gobierno se han incrementado los controles y es más difícil la llegada de inmigrantes africanos».

Respondió al presidente de Canarias, Adán Martín, que ella misma habla todos los días varias veces con él y que el presidente del Gobierno está dispuesto a recibirle.

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