Inmigrantes . Mediterráneo

Criminalizar al migrante es fascismo, dice autora de "El granado de Lesbos"

La Vanguardia, Redacción. Alfredo Valenzuela, 13-05-2019

Sevilla, 12 may (EFE).- La periodista María Iglesias, autora también de novelas y relatos, ha recogido su experiencia en lo que denomina “el mayor éxodo de Europa desde la Segunda Guerra Mundial” en “El granado de Lesbos” (Galaxia Gutenberg), con el que alerta de que “criminalizar al migrante ha traído el auge del neofascismo”.

El testimonio de María Iglesias sobre el éxodo sirio, según ha contado a Efe la autora, es fruto de varias experiencias:

Como periodista por libre, sin trabajo fijo, cubrió la llegada de 800.000 huidos, en 2016, por el Egeo y contó “cómo ver a Aylan Kurdi ahogado llevó a bomberos españoles a rescatar en Lesbos y cómo su arresto, acusados de tráfico de personas” la impulsó "a participar en el documental ‘Contramarea’, rodado en la isla y a informar sobre el asunto para ‘eldiario.es’.

También recoge “El granado de Lesbos” su vuelta en 2018 para cubrir, esta semana ha hecho un año, el juicio a los bomberos españoles para varios medios de comunicación, y otras historias de migrantes que “evidencian que hoy sigue, aunque fuera de foco, la violencia institucional de la UE sobre víctimas de guerras y terrorismo en Oriente Próximo, incluidos niños”.

Para Iglesias se ha tratado de “una experiencia que cambia la vida” por haberse asomado “a las consecuencias de la macropolítica perversa sobre gente como la familia iraquí Tomán, con sus tres hijos y la añoranza del que le secuestraron en Bagdad”.

La autora asegura haber visto “cómo la UE, en vez de proteger a los huidos de la guerra siria o el Daesh, encarnados por Ferhad y Shirin o los yazidíes Noh, los mete como ‘subhumanos’ en campos de concentración”.

Ese panorama no le ha impedido, sin embargo, emocionarse “con la epopeya de fraternidad de migrantes y defensores de los Derechos Humanos”.

Sobre la dimensión emocional y simbólica de su libro, Iglesias ha enumerado “el retrato de los bomberos de Proem-Aid, Onio Reina o Manuel Blanco, del pakistaní Adeel Illyas, de la afgana Kobra Rezai y del niño pintor sirio-kurdo Bashar Abdulkary, y los de una refugiada anónima, y el mito griego sobre las granadas”.

Y ha aludido a la obra “Hiperbòlic” que “Miquel Barceló, generoso, ha accedido a prestar para la portada del libro”, sobre la cual ha añadido: “Ojalá mi historia consiga el efecto que su obra me causó al verla: revivir el escalofrío de las llegadas de balsas a las playas y sentir el impulso fraterno de proteger a los supervivientes”.

María Iglesias ha asegurado creer “en el poder transformador de la palabra”, por lo que en “El granado de Lesbos” ha dado voz “a periodistas y migrantes más escépticos” que le han hecho “replantearse si sirve escribir, informar de la violación de Derechos Humanos en esta Europa que se dice faro de civilidad y legalidad, que exporta la teórica defensa de los Derechos Humanos pero los viola”.

“Los hechos me hacen ser pesimista, pero no caigo en el derrotismo porque eso sería reaccionario, no ayudaría a mejorar la realidad; además de que sería falso porque junto al horror también es cierta la fraternidad”.

Y ha concluido asegurando que el mayor aprendizaje que ha obtenido en sus viajes a Lesbos en 2016 y 2018 “es que tanto los huidos que cruzan el Egeo, como los africanos que llevan treinta años lanzándose al Estrecho de Gibraltar y nosotros mismos, la ciudadanía global, compartimos patera: O nos salvamos todos o juntos nos hundiremos”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)