Euskadi atiende a un millar de menores extranjeros en un contexto de presión migratoria creciente
El Gobierno Vasco apela a un reparto equitativo en la antesala de una elecciones europeas decisivas Reafirma su propuesta de trabajo basada en criterios fiscales, poblacionales y de desempleo “porque lo que se está haciendo es insuficiente”
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 07-05-2019“Apelamos al compromiso porque se pueden hacer las cosas más y mejor en materia de inmigración”
DONOSTIA- A 20 días de las elecciones europeas, el Gobierno Vasco alzó ayer su mano para recordar que existe una propuesta que ya presentó en septiembre del año pasado, que va ganando adhesiones, y que ofrece una respuesta al hecho migratorio a todos los niveles. El modelo de trabajo bautizado como Share (compartir en inglés) parece más pertinente que nunca, en un contexto de creciente presión de flujos que exige en Euskadi la atención a un millar de menores extranjeros no acompañados (MENAS), según reveló ayer el Gobierno Vasco en rueda de prensa.
El documento pone el foco en el Viejo Continente, que sigue sin reaccionar. La UE ha quedado retratada en un sinfín de ocasiones por su incapacidad para dar respuesta a una crisis migratoria que alienta en un número creciente de países un discurso xenófobo de imprevisibles consecuencias. De ahí que sea tan necesario acordar un mecanismo de responsabilidad “compartida” en la acogida que hoy por hoy no existe.
El ejecutivo autonómico basa su fórmula en tres ejes: los ingresos fiscales de cada región, que a su entender deben tener un peso del 50% a la hora de establecer los criterios de acogida;el número de habitantes del territorio, con una incidencia del 30%, y la tasa de desempleo de cada autonomía, que determinaría en un 20% la capacidad de asumir la responsabilidad en la acogida.
Durante los últimos meses esta propuesta transversal no ha quedado relegada en un cajón. 20 gobiernos regionales estudian adherirse a este modelo de actuación, que ya cuenta con el respaldo de ocho gobiernos.
El Gobierno Vasco explicó ayer en una rueda de prensa los pasos que se han dado hasta ahora. Intervino el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, y Lide Amilibia, viceconsejera de Políticas Sociales.
Ninguno de los dos se lleva a engaño, conscientes de que las elecciones europeas van a suponer un inevitable compás de espera hasta que se constituyan los nuevos órganos de gestión, algo que ralentizará el calendario de trabajo previsto.
El siguiente paso será, en todo caso, llevar esta iniciativa a las instituciones comunes y a los gobiernos estatales. El ejecutivo central ya conoce detalladamente la propuesta. Tanto es así que según recordó ayer Fernández “la usa como referencia” en algunas materias relacionadas con la migración.
DISPUESTOS A APORTARA la espera del resultado que arrojen los comicios, el plan sigue adelante. “Apelamos al compromiso de las autonomías y a la corresponsabilidad. Estamos dispuestos a aportar en aras de la convivencia y la integración. Estamos convencidos de que en materia de inmigración se puede hacer más y mejor, porque lo que se está haciendo es insuficiente”, opinó Fernández.
Una de las novedades que trae consigo la propuesta es que nace de la base. Es decir, son gobiernos subestatales los que le están diciendo a Europa que están dispuestos a remangarse para trabajar a una. Así lo hicieron saber ayer con comunicaciones públicas simultáneas para presentar los avances que se han dado desde que se presentó la propuesta el 19 de septiembre.
Desde entonces se han celebrado dos reuniones. La primera tuvo lugar el 27 de febrero en Bilbao, donde se dieron cita representantes de algunas de las Comunidades Autónomas que más peso migratorio soportan.
Los Gobiernos de Catalunya, Canarias, Nafarroa y Euskadi acordaron entonces la presentación conjunta de la propuesta en Bruselas, que se realizó el pasado 2 de abril. La hoja de ruta tiene varios destinatarios, como son los refugiados y solicitantes de asilo o los migrantes económicos. Pero una de las realidades más emergentes es la de los menores extranjeros no acompañados, cuya presencia, a diferencia de estos años atrás, es visible a pie de calle.
Un asunto que preocupa, como quedó de manifiesto en el Foro de las Autonomías celebrado en el Senado a finales de marzo. Las comunidades que más presión soportan, como las vasca, volvieron a alzar su voz para reclamar un reparto equitativo del esfuerzo de las administraciones. “Nos consta que el Gobierno central ha abierto una comisión para establecer las pautas de reparto, pero todavía no están claras las conclusiones”, expuso Fernández.
En este sentido, la viceconsejera de Políticas Sociales detalló que el millar de menores extranjeros sin referencias familiares que actualmente tutela el País Vasco a través de sus tres diputaciones colocan a Euskadi como una de las comunidades autónomas que mayor responsabilidad asumen, junto a otros puntos geográficos de la geografía estatal como Melilla, Ceuta, Andalucía o Catalunya.
A la espera de que se conozcan los últimos estudios, Amilibia reconoció que existe un repunte de llegadas. “Es una cuestión que nos preocupa, puesto que hace falta atenderles de manera adecuada y para ello es necesaria una mayor previsión”. Aludió al flujo de llegadas que se incrementó de manera “imprevisible” el año pasado. El despertar a esta realidad tuvo lugar el 18 de junio, cuando medio centenar de migrantes permanecieron desatendidos durante horas en la estación de autobuses de Donostia, preludiando unos flujos migratorios que fueron una constante durante todo el verano.
El Gobierno Vasco cifró ayer en unas 2000 las personas solicitantes que han sido atendidas desde entonces en Euskadi. Actualmente, el 9,4% de la población vasca es de origen extranjero.
Pero no todos son problemas. Más allá del reto, el Gobierno Vasco subraya como aspecto positivo que cada año 10.000 inmigrantes se integran con normalidad en la vida social y laboral de Euskadi, lo que indica que “hay necesidad de la inmigración en el mercado laboral y los cauces de acogida funcionan bien”. En Euskadi “estamos todos a una, lo que tiene un extraordinario valor si lo comparamos con otros lugares”.
DERECHOS DE LOS MENORES
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