La acumulación de más de una docena de personas en una misma vivienda se debe principalmente a las dificultades que sufren muchos extranjeros para poder alquilar un piso en Valencia. “Quizás tengan menos problemas los latinoamericanos”, manifestó el concejal de Administración, Vicente Igual.


Cuando se realiza una visita de los inspectores o de los agentes municipales, “suelen desaparecer” de la vivienda; es decir, se mudan a otro lugar. También se dan casos en que las personas que estaban empadronadas ya no residan allí y se hayan dado de alta en otro municipio.


El concejal argumentó, no obstante, que este tipo de situaciones se han ido reduciendo. En la actualidad, según explicó, son más frecuentes los casos de “empleadas de hogar internas que se empadronan en el domicilio de algún familiar o amigo”, en lugar de en la vivienda en la que trabajan y residen. En la actualidad, la mayoría de ellas están contratadas de manera legal, subrayó Vicente Igual.


Cuando se produce esta situación, continuó el concejal de Administración, simplemente se pide a la empleada de hogar que acredite su situación. De esta manera, se cierra el expediente.