El Ministerio prestará especial atención a los inmigrantes

La Verdad, 18-05-2006

En España, catorce adultos y dieciséis niños de cada cien son obesos. Entre la población infantil, la proporción de gordos triplica las cifras de hace 20 años y lo peor aún no ha llegado. Los expertos calculan que hará falta una década y acierto en las políticas alimentarias para alcanzar el punto de inflexión en esta tendencia. La lucha contra la obesidad, la «epidemia del siglo XXI», según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las prioridades del Ministerio de Sanidad y de su estrategia NAOS – acrónimo de Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad – , que ahora cumple un año.

Actualmente, uno de cada dos adultos españoles tiene exceso de peso y en torno al 14% es obeso, mientras que en los niños de 6 a 12 años el sobrepeso ha aumentado del 5 al 16% en dos décadas.

La OMS, recordó Salgado, ha identificado 10 factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles que ocasionan mayor morbilidad en el mundo, como los trastornos cardiovasculares y la diabetes.

De estos diez factores, cinco están relacionados muy directamente con la alimentación y el ejercicio físico: la obesidad; el sedentarismo; la hipertensión arterial; los niveles elevados de colesterol y el escaso consumo de frutas y verduras.

En el marco de la Estrategia Naos se han alcanzado acuerdos para mejorar los menús de los comedores escolares, reducir los niveles de grasa, azúcares y sal de los alimentos, fomentar la prevención y la investigación sobre esta patología, que se ha observado tiene mayor incidencia en las CCAA con una renta media más baja, como Canarias, Andalucía, Galicia y Murcia. En el lado opuesto están Cataluña, País Vasco y Madrid.

La ministra destacó que dentro de la infancia, un colectivo aún más vulnerable es el de los inmigrantes. «Nos preocupa la alimentación de los niños hijos de

inmigrantes. La estrategia de lucha contra la obesidad dedicará atención especial a este colectivo, que suele seguir los patrones de alimentación de sus padres. Vienen de países en los que quizá la dieta no es mala en origen, pero al no encontrar aquí los mismos alimentos «recurren a la comida preparada, rápida. No suelen tener una buena alimentación», resumió la ministra Salgado.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)