Paz González se queja en una carta del elevado número de hijos de inmigrantes en la clase de P – 3 del CEIP Rius i Taulet (17/ V/ 2006). Soy padre de un niño de tres años que entrará el año que viene en P – 3 y no es la primera vez que oigo lamentaciones sobre el número de hijos de inmigrantes en las aulas, lo cual me ha causado rubor e indignación.
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Entendería esta preocupación si se tratara de niños mayores que se incorpararan a mitad de curso sin saber una palabra de catalán o castellano. Pero ¿cómo se puede decir que unos niños de tres años, muchos de ellos nacidos aquí y con el mismo nivel de catalán y castellano que el resto, favorecen un bajo nivel educativo? ¿Por qué se da por sentado, como hace la señora Paz González, que los inmigrantes tienen “un bajo nivel cultural”?
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¿Respecto a qué? ¿Respecto al nuestro? ¿En serio hay gente que cree que el nivel cultural de este país es elevado?
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Me parece que hemos pasado demasiado pronto de ser un país exportador de emigrantes a ser un país importador de inmigrantes (lejos, por cierto, de países como Suiza, Bélgica…) y que tenemos la memoria muy corta. Este tipo de actitudes y de prejuicios, que se expanden y transmiten con una facilidad pasmosa, sólo pueden provocar la creación de guetos y no favorecen en nada ni la convivencia ni el desarrollo de nuestra sociedad.
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